—La combinación...— indicó Naruto, observando a Sasuke practicar la rutina en la pista. A pesar la música se podían escuchar los patines del joven deslizándose sobre el hielo —Perfecto, preparación... triple Axel ¡Eso es! Pirueta saltada... presentación... ¡Ya está!— exclamó entusiasmado —Lo tienes completo.
Sasuke sonrió aún agitado y se acercó al borde con velocidad, para frenar de repente raspando escarcha de la pista.
—Es agotador— admitió.
—No te quejes, es solo programa corto de 01:30 min. Aún así, que lo hayas dominado tan bien en solo tres semanas es un logro.
—Sí, ¿verdad?— preguntó animado y el entrenador asintió.
—¿Quieres hacerlo una vez más antes de terminar?
—Sasuke...— llamó Sakura desde los banquillos, ambos la miraron y entonces el pelinegro se masajeó la nuca algo incómodo.
—¿Podemos dejarlo por hoy? Le prometí salir y es nuestro aniversario— preguntó apenado.
—Como quieras— respondió Naruto con seriedad y colocó los protectores de sus patines sobre el borde.
Después de ponerse los zapatos Sasuke se despidió con una mano en el aire, para después dársela a la chica e irse. Al quedarse solo, Naruto suspiró y luego negó con la cabeza. Se arrepintió de aceptar que ella estuviera en los entrenamientos; los primeros días solía ser bastante molesta animando a Sasuke de manera eufórica e interrumpiendo la rutina, pero aunque después solo pasaba todo el rato con su celular, seguía poniéndolo incómodo verlos marcharse juntos.
Era solo añoranza, ¿verdad? Ver a Sasuke en la pista le recordaba su carrera, lo que amaba ¿Ese era el sentimiento que le estaba punzando el pecho cada noche, en cada ocasión que lo veía danzar?
Apretó su rodilla lesionada y se puso de pie con un gruñido y ayuda de su muleta. No tenía caso intentar no pensar, él no había salido de su mente desde hacía semanas. Pero cualquier indicio de una atracción debía aplastarlo y sepultarlo en lo más profundo, por su bien, pero sobre todo por el de Sasuke.
Cuando llegó a su casa eran más de las once, Marian aún no estaba, así que simplemente se dió una ducha y se acostó sin cenar. Con la cabeza apoyada sobre las manos resopló con ansiedad.
—¿Qué estás haciendo ahora?— preguntó en voz alta —No sé por qué me torturo con ésto. Solo déjalo estar, pasa página— se regañó y luego miró la puerta cuando ésta se abrió con lentitud.
Marian asomó su cabeza rubia y sonrió.
—¿Pensando en Sasuke?— preguntó e inmediatamente después paró una almohada que Naruto le había lanzado.
—Para ya con eso. Si él llegara a escucharte me crearías un grave problema— reprendió.
—¿Entonces lo admites?— inquirió, arrojándose a la cama y arrastrándose hasta acostarse a su lado.
—No admito nada— bufó y luego miró a un costado cuando su celular vibró sobre la mesita. Al ver que era Jiraiya, se sentó para contestar.
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❄︎ ❄︎—¿No la pasamos genial?— preguntó Sakura, apoyándose en la pared mientras se quitaba los tacones en la entrada del pequeño departamento.
—Sí— contestó Sasuke apenas, arrojando sus zapatos a un lado y cayendo sobre el colchón, exhausto.
—Necesitas despejar también, relajarte. No todo puede ser trabajo y trabajo...— mencionó ella y se subió a horcajadas sobre él —Aunque admito que todo ese entrenamiento te ha venido muy bien— halagó seductora, levantando su suéter y acariciando su abdomen, que comenzaba a marcarse.
Sasuke suspiró y solo se dejó hacer, abrazándola cuando ella se inclinó y comenzó a besar su mandíbula, pero el sonido de su celular en el bolsillo la hizo gruñir.
—Ni se te ocurra— advirtió Sakura.
—Dame un segundo, puede ser Naruto— pidió.
—¡¿A la una de la madrugada?!— inquirió y se retiró cuando él hizo por incorporarse. Golpeó la cama al verlo contestar y luego se cruzó de brazos.
—Naruto...— dijo él.
—¡Sasuke!— rechistó su novia y le hizo una seña para que se callara.
—Alista equipaje para dos días, en una hora paso a buscarte— anunció el entrenador —Mi antiguo maestro tuvo el detalle de inscribirte en una competencia a nivel provincial que se llevará mañana en Akita. No pude conseguir vuelo de inmediato y a ésta hora no hay trenes, así que Marian nos llevará en auto.
—¡¿Hasta Akita?!— exclamó, apretando de más el celular.
—Sí, debemos salir ya si queremos llegar a tiempo.
—Yo estaré listo— dijo y sintió a Naruto colgar.
—¿Puedes explicarme qué está pasando?— exigió Sakura.
—Iremos a Akita, competiré oficialmente como patinador— jadeó eufórico mientras sacaba dos mudas de ropa del armario y las metía en su mochila.
—¡¿Ahora?! ¡Sasuke es nuestro aniversario!— reclamó, pero él solo la ignoró y siguió alistando todo —No te importa...
—¿Me estás pidiendo que no vaya a competir solo porque quieres pasar un rato conmigo? ¿Es en serio?— inquirió severo y ella reprimió un sollozo. Al ver que no contestaba, Sasuke continuó con su hacer.
—Lo siento, ¿sí? Es que es demasiado repentino— justificó y se acercó a él, notando que sus manos se habían detenido al cerrar la mochila y temblaban sobre ésta —¿Estás bien?
—No...— confesó —Estoy muy nervioso— ella lo abrazó y acarició su espalda.
—Solo imagina que estás solo en la pista, así controlarás los nervios— Sasuke asintió y luego exhaló, tratando de aliviar la tensión.
Naruto, justo como había dicho, llegó exactamente una hora después y tras despedirse de Sakura, Sasuke bajó las escaleras y se metió en la parte trasera del auto.
—¿Contento?— preguntó Marian mientras se ponía en marcha.
—No sé lo que estoy sintiendo ahora, pero no me deja respirar.
—Trata de tranquilizarte y duerme. Son seis horas de viaje y necesitas estar descansando para competir— aconsejó Naruto.
—¿Dormir? No, no creo que pueda.
El rubio se giró un momento y le dió un termo. Sasuke lo miró extrañado.
—Es leche caliente— explicó.
—¿Leche? ¿Soy un bebé acaso?— preguntó divertido.
—No reclames y solo tómala— ordenó serio. El joven hizo lo indicado y le devolvió el termo —Recuéstate— alargó la mano para quitarle la mochila del regazo y la puso a un costado.
Sasuke se movió y apoyó la cabeza sobre ella. Entonces notó como Marian le alcanzaba algo; una frazada, con la que Naruto cubrió sus piernas.
—Cántale una nana— bromeó la chica y ambos rieron por su ocurrencia.
—Tranquilo, lo harás bien— murmuró Naruto en voz baja y solo cuando lo vió asentir, regresó a mirar al frente.
No pasaron quince minutos, Sasuke ya estaba rendido. Marian aceleró al entrar en la autopista y miró con dulzura a su hermano, que a pesar del bonito paisaje nocturno de la ciudad a un costado, solo miraba al chico dormir, a través de espejo.
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LEGACY (Terminada)
FanfictionNaruto pensó que con el fin de su carrera llegaba el fin de su vida, pero un joven de talento sin pulir se le atravesó en el camino y éste le traerá mucho mas que motivación para continuar. Aún así, no todo es tan facil, dudas e inseguridades estorb...