Consuelo amoroso

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"¡No necesitas correr de esa forma, joder." Exclamó Marco. "¿Acasos estas pensando en morir? Podrías haber resultado más grave"

El brazo de Ace sangraba a causa de una maldita bala de piedra marina que accidentalmente un marine le había dado.

"Pero Marco, todos estaban luchando también." Dijo Ace haciendo un puchero. "Además tú también estabas ahí, así que no pasaría nada."

"Eso no quita que te hayas arriesgado y que ahora tenga que quitarte pedazo por pedazo trozos de piedra del mar." Marco suspiró y negó con cansancio. Ace hizo una mueca ante el espasmo que sintió cuando el rubio quito otro pequeño pedazo del objeto azul de su piel.

"Lo siento." Ace susurró por debajo desviando la mirada. Una sensación de culpabilidad le rodeó al pensar en la preocupación del comandante. "Pero aún así no podía dejar que todos pelearan sin mí."

Marco alzo su mirada para ver el rostro sonrojado del pecoso y sonrió con dulzura.

"Se que tenías buenas intenciones, pero eso no significa que nos guste verte herido, preferiríamos mil veces a que te quedes adentro si eso significa no tenerte cubierto de heridas." Marco frunció el ceño, las decenas de cicatrices en el cuerpo de Ace ya preocupaba a la mayoría de la tripulación, lo que menos querían era generarles más.

"Eso o eres una mamá gallina." Murmuró Ace por debajo.

"Te escuché." Resopló Marco con diversión pellizcando levemente la nariz del pecoso, provocando que esté último soltará un chillido.

"¡Oye!" Exclamó Ace con vergüenza. "No te desquites con mi pobre nariz." Marco se río ante el tono infantil del más joven.

"Pero en serio Ace, si ves que la situación está bajo control, no te arriesgues, puede que no todos tengan tu misma fuerza, pero pueden valerse por si mismos."

Ace asintió sutilmente y tarareo en aclaración. "Esta bien, haré mi mejor esfuerzo si eso hace que no te de un ataque al corazón." Dijo con diversión.

"Mocoso." Se quejo Marco. "Es noble de tu parte pensar que solo me daría un ataque al corazón considerando tus niveles de imprudencia." A lo que Ace soltó una carcajada inclinándose hacía él.

"Tal vez, aún así participaré en las batallas que vea que sean muy complicadas."

"No hay problema con eso, tan solo cuídate y-" Marco hizo una pausa brevemente. "Por favor confía en nosotros." Su voz se había suavizado ante eso ultimo y de nuevo un escalofrío recorrió la espalda de Ace.

Marco continuó sacando el resto de la piedra antes de finalmente envolver su herida con algunas gasas y algodón.

"No es una herida grave, pero eso no significa que no se pueda infectar." Susurró el rubio cerca de él. "Se cuidadoso, pequeño petardo."

Ace sintió su cara incendiarse ante él apodo y chisto. "Te juro que incendiare el cabello de Thatch algunos de estos días." Dijo, a lo que Marco resopló con diversión.

"Al menos a ti no te dicen piña."

Ace se mofó y trato miserablemente de reprimir una carcajada. "Hey, eres una piña muy apuesta si te hace sentir bien."

"Claro, eso lo hace mucho mejor." Dijo con sarcasmo rodando los ojos. "Aunque deberíamos darle algunos puntos a Thatch, tú apodo encaja a la perfección para ti."

Ace sintió como su estomago se revolvía y su mente se llenaba de estática. Había algo en Marco que le hacía sentir como en casa, como si una fogata alrededor de su corazón se encendiera y se negara apagarse.

Ace golpeo levemente el hombro del rubio y se retorcío ante la mirada del comandante. "No le digas eso, no dejará de molestarme por semanas si se entera que te agrada el apodo."

Marco sonrió con picardía."¿Y que gano si no lo hago?"

"No puedes estar hablando en serio." Ace lo miró con los ojos abiertos con incredulidad. "¿Verdad?" Preguntó con piedad.

Marco se inclinó hacía él rodeando su cintura y apoyando su cabeza en su cuello.

"En serio." Susurró en su oído, provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo. Ace casi podía sentir que su corazón se salía por si solo.

"Oh dios ¿Qué es lo que quieres?"

"Un abrazo." Respondió el rubio sorprendiendo a Ace , sin duda pensaba que iba a pedir algo más.

Nunca habría considerado a Marco como alguien pegajoso físicamente, aunque realmente la mayoría de las veces que se vieron durante sus días de asesinato fue cuando el comandante le daba su comida de vez en cuando o le rescataba antes de caer del barco.

Muchos le dijeron que cuando el usuario del fénix se preocupaba tendía a ponerse algo meloso, así que dedujo que se debía a eso. No es que a Ace le molestará, al contrarío de lo que muchos pensaban de él, a Ace le gustaban los abrazos y si esos pertenecían a cierto rubio, entonces era un sacrificio dispuesto a tener.

"Esta bien." Susurró ligeramente dejando que el contrario le estrechara en sus brazos. Marco era cálido y dulce y no pudo evitar acurrucarse entre sus brazos y dejar que sus manos recorrieran sus hombros.

"Se que has escuchado lo que dicen de ti y también se del incidente de la comida, si te sientes solo, por favor házmelo saber." Susurró el rubio tiernamente. "Me preocupas mucho Ace, se que no es fácil adaptarte al instante, pero no quiero que te arrepientas de esto."

Ace sintió como su corazón se hinchaba ante las palabras de Marco.

"Esta bien." Susurró de vuelta. "No tienes que preocuparte, se que puedo llegar a ser difícil pero estoy seguro de estar aquí, Marco."

Durante los próximos minutos permanecieron en un cómodo silencio con ambos abrazándose y disfrutando del toque del otro. Para Ace, se sintió como si se estuviese derritiendo en los brazos del mayor y la calidez en su corazón se hundió aún más por su pecho.

"Creo que deberíamos ir al comedor ahorita mismo." Murmuró Marco profundizando aún más en el abrazo y disfrutando el afecto del pecoso.

"Más tarde." Tarareo Ace somnoliento. "Thatch me dijo que me iba a obligar a cocinar mi propia comida la próxima vez que me viera debido al incidente que paso la vez pasada."

Marco apretó su agarré y frotó su rostro contra su cuello. "Te lo mereces por habernos ocultado algo tan importante."

Ace gruño levemente. "No fue mi intención, lo siento."

"Lo se, pero no lo vuelvas hacer."

Ace asintió tenuemente y dejo que el agarré del rubio lo atrajera aún más.

"Esta bien, pero déjame abrazarte más." Marco soltó una risita.

"Y creí que estaba siendo demasiado meloso."

"Lo eres, pero también necesitó curar un poco mis sentimientos de estas semanas."

"Bien bien." Tarareo Marco y Ace sintió una sonrisa tímida desplazarse por su rostro.

Después podrían descargar su equipaje emocional, pero por ahora tan solo quería disfrutar de la presencia del rubio y tal vez comer unos bocadillos más tarde.


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Tuve una semana fea, pero eso no me impidió escribir ¿Cómo has estado? Últimamente escribo cosas dulces, me pregunto porque.

De todas formas, si estas confundido, los marines atacaron y Ace salió a defender, pero se lastimó un poco lol.

Creó que es un poco deducible eso, pero aún así para evitar confusiones.

¡Gracias por leer!

Ps. Me di cuenta que mejore un poco en mis dialogos y me siento feliz con ello.

Stay GoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora