El significado del amor

753 118 37
                                    


Era de noche, pero el reflejo de la luz de las lámparas hacían resaltar los ojos azules de Marco, como si fueran la misma marea en la mirada de un hombre, Ace sintió como su corazón se hinchaba con emoción y un sentimiento de anhelo apareció una vez que miro los labios del mayor.

Sin embargo, a veces se preguntaba si era posible seguir con la misma rutina que tenían, constantemente probando aguas y con toda la tensión acumulada.

"Hey." Dijo parado en la puerta. Su pecho dolía al recordar la horrible pesadilla que había tenido esa noche.

"Hey." Respondió Marco. El comandante solo tenía puesto sus pantalones y con el cabello alborotado, probablemente habría estado durmiendo cuando Ace llegó.

"¿Te desperté?" Preguntó mordiéndose el labio.

"Estaba apunto de irme a dormir."

Era una mentira blanca, pero el hecho de que Marco hiciera una excusa tan obvia solo para él le revolvía el estómago.

"¿Puedo pasar?"

"Claro."

El rubio cerro la puerta detrás de él. Alrededor de la habitación había un montón de archivos y papeles distribuidos en un escritorio marrón, junto a un estante lleno de libros, con los zapatos del comandante al lado de la cama y con esta misma estando desecha.

"¿Paso algo?" Preguntó Marco preocupado.

Ace no solía venir a las personas cuando algo pasaba, normalmente se iba y se escondía como un animal acorralado y esperaba a que alguien viniera y lo sacará a la fuerza. Así que fue una sorpresa verlo ahí todo débil y entristecido con las mejillas coloradas y las grandes bolsas debajo de sus ojos, más bien, más que sorpresa, probablemente habría asustado a cualquiera que lo viera así.

Ace se encogió sobre si mismo y desvió su mirada hacía cualquier cosa que no sea a Marco.

"Yo...tuve un mal sueño."

Los ojos de Ace estaban cansados y apagados, casi como si los hubieran drenado de toda su vida y color, aunque tan solo el pensamiento le provocaba escalofríos.

Marco suspiró levemente y se sentó en la cama. "Ven." Indicó y Ace sintió un estremecimiento recorrer su espalda.

Sus manos temblaban y su pecho estaba envuelto en una neblina que le hacía sentir como si estuviera borracho. Con timidez, Ace camino hacía el rubio y se sentó a su lado.

"¿Quieres hablar de ello?" Preguntó Marco suavemente, a lo que Ace se negó. "Bien, entonces ¿Qué tal si me cuentas sobre tu día?"

"Estuvo bien, Thatch se resbaló con el trapeador y se ensucio todo, así que lógicamente me reí mucho." Comenzó a relatar. Marcó resopló y le sonrió con diversión. "Después Izo vino y lo regaño por ensuciar su pañuelo favorito."

Ace sintió como toda la tensión se fue deslizando cuando empezó hablar de lo ocurrido en la tarde y como si fuera magia, poco a poco se fue recostando en la cama. Cuando menos se dio cuenta, tanto él como Marco estaban frente a frente, hablando y riendo como si fueran un par de niños.

Era una sensación buena, de seguridad; siempre se sentía tan seguro alrededor de Marco.

Los sentimientos eran extraños, para Ace siempre fue difícil admitir que tenía sentimientos por cualquier personas y Marco no fue la excepción, se llevo un largo tiempo pensando con respecto a lo que sentía e incluso llego a pensar que tal vez solo se estaba confundiendo las emociones platónicas con las románticas, pero su respuesta siempre vino cada vez que veía al rubio.

Stay GoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora