Especial navideño

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El viento soplando alrededor de la cubierta haciendo que la brisa del mar cubriera la mayor parte del ambiente, el choque entre las olas con la madera se deslizaba suavemente provocando que el barco se moviera balanceándose de un lado a otro  y los murmullos no se hicieron esperar.

Si respirabas un poco más fuerte de lo debido, probablemente tendrías una gripe el día siguiente, puesto que la frialdad del clima inundaba la mayor parte de la zona y con tan solo hablar el vaho saldría por doquier.

El invierno era despiadado donde sea que estuvieras, la nieve blanca caía en la madera provocando que está se sintiera resbalosa y húmeda y que por lo tanto, la mayoría de las personas se tropezaran en algún punto del día. Incluso si todos en la tripulación llevaban abrigos y suéteres, no parecía que la temperatura fuera a subir por el resto del día, por lo que todos se encerraron en sus habitaciones y evitaron salir lo más que pudieran.

Excepto, claro, el provocador de problemas favoritos de todos. Ace, o más bien dicho, aquel bicho raro que solo tenía la audacia de llevar una sola chaqueta a todos lados y aparte desabrochada. Con la ira de sus hermanos que lo observaban desde sus recamaras con recelo y envidia al ver como el usuario del fuego no poseía los mismos músculos entumidos por el simplemente hecho de salir.

Si alguien pudiera describir el sentimiento de ver al menor de forma tan libre e imprudente, probablemente sea con el equivalente a pegarte la cabeza con un árbol antes de hundirte en un lago. Tan frustrante y deprimente al mismo tiempo.

Al menos todos podrían disfrutar del chocolate caliente de Thatch y proceder a utilizar la ventaja de Ace y utilizarlo como su incubadora personal.

De todas formas, más allá del frío abrumador, no había mucha diferencia de lo que era el Moby; los comandantes seguían con sus labores comunes, algunos como Marco ocupados con el papeleo y otros como Izo revisando las armas del almacén. En general todos tenían el mismo tipo de humor casual que llevaban día a día, con todos los silencios incomodos y tensiones adquiridas, sin embargo, debido a ello también el ambiente resultó ser aburrido y solitario y eso no le sentaba bien a los más jóvenes del grupo.

" ¿Por qué no puedo salir a jugar con el Strike?" Una voz molesta preguntó en el fondo y que claramente provenía de aquel pecoso desvergonzado.

Vista, que claramente había estado patrullando en la mañana y que por lo tanto tenía unas ojeras muy marcadas, suspiró y volvió a negarse.

"Los vientos son fríos y fuertes en este tipo de épocas, incluso si logras controlarlo, todavía terminarás boca abajo. Sin contar que los peces de invierno se ponen más salvajes y te rodearán en cuanto toques el agua."

"¿Peces de invierno?" Resopló Ace. "Nunca he escuchado de eso. Solo se que hay peces en el mar ¿Qué diferencia hay entre los de invierno y de verano?"

"No todos los mares son iguales, debido a que cada isla es distinta, los animales también lo son. No es lo mismo un ciervo del bosque de una isla cálida al de una isla invernal; los animales se adaptan a su temperatura e invernan cuando lo necesitan, es por eso que encontrarás de todo tipo en una estación pero muchos desaparecerán en la siguiente."

Ace tarareo pensativo. "¿Entonces por qué no vamos a una isla de verano?" Dijo haciendo una muy buena sugerencia. Vista también lo había pensado y deseado en su momento, pero con las vísperas cercas no quedaba de otra que aguantarse el frio y seguir.

"No podemos celebrar la navidad en el calor." Contestó, sin embargo la respuesta del pecoso no fue lo que esperaba.

"¿Navidad?" Preguntó con el ceño fruncido. "¿Qué es eso?"

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