Soy Cynthia© [AV #1]

30 | Más mía.

LIAM BARRET

Besaba sus mejillas una y otra vez intentado que despertara. Aún quedaban un poco menos de dos horas para entrar a clases y ella seguía dormida. Se veía tan tranquila y en paz.

Después de lo ayer en la noche no quería dejarla sola. Quería estar con ella. Si me decía que quería su tiempo lo iba a entender, pero no iba a perder la oportunidad si me dejaba subir.

Todas sus palabras aún resuenan en mi mente, cada vez que recuerdo como la vi una presión se instala en mi pecho y me duele que piense así de ella.

Desde el primer minuto en que la deje sola en la pista de baile improvisada que había me arrepentí porque sabía que ella solo me conocía bien a mí y a su amiga, sin embargo, no tuve que haberla dejado sola.

Que esos idiotas hablaran mal de ella fue como un choque para mí, también que me hizo ver negro en el momento que golpee la cara de Rony y el simple hecho de no encontrarla después de estar mojándome la mano en la cocina. Me hizo desesperarme y pensar lo peor.

Y estaba en lo correcto porque ella lo había escuchado. No quise preguntarle que tanto había escuchado, me preocupaba a pesar de que yo no había dicho nada malo, igualmente me preocupaba porque sabía que le iba a afectar. Era lo obvio. A cualquier persona le pueden afectar los malos comentarios.

La reacción que tuvo en el auto no era lo que esperaba, pero lo comprendía y solo deseaba que se tranquilizara, porque me dolía y me desesperaba no poder hacer nada poder quitarle ese dolor. Solo pude abrazarla para luego decirle la verdad de como la veo cada día.

Ahora mismo quiero volver a ver ese brillo de felicidad en sus ojos, esa energía y buena energía que emite cada día.

—Carter —le hablo bajo mientras beso su mandíbula.

—Sueño —habla dormida.

Sonrío y sigo besando. Ella se remueve contra mí pasando a rozar partes que estaban despiertas. Me moví por encima de ella bajando mis labios por su cuello.

—Tenemos clases —susurro

Besó su cuello y me contengo para no marcarla succionando despacio. Subo por un borde y atrapo con mis dientes el lóbulo de su oreja, tirando solamente logrando que se mueva. Nada más.

Se me ocurre una forma cuando la observo. Me inclino pasando mi lengua por sus labios y nariz. Me separo y me encuentro de inmediato con sus ojos abiertos.

—Liam —se queja refregándose contra la almohada.

Le sonrío.

—Hola —presiono mis labios contra las suyos.

—Hola.

Curva sus labios en una deliciosa sonrisa que me hace terminar besándola con ella, correspondiendo de muy buena forma.

Enreda sus brazos en mi cuello y resbalo mis manos por un costado alcanzando el borde de su pijama para poner una mano en contacto con su piel.

— ¿Cómo dormiste? —le pregunto.

—Bien —pasa su lengua por labios rojos por mi beso.

Rozo mi nariz con la suya.

— ¿Qué hora es?

—Van a ser las siete treinta.

Se sacó las mantas de encima sentándose en la cama.

—Debemos levantarnos —bostezo —O nos vamos a atrasar.

Asentí y mordí su muslo antes de afirmar mi cabeza ahí, dejando que enredara sus dedos en mi pelo cuando comenzó a revisar su celular.

Cerré mis ojos relajándome bajo su toque por unos minutos.