Soy Cynthia© [AV #1]

16 | Motocross.

CYNTHIA CARTER

—No, Liam.

Pongo mis manos en su pecho separándonos de la cercanía que teníamos ¿De dónde salió esta seguridad? No tengo idea, alguna fuerza celestial me la habrá enviado quizás.

— ¿No me quieres besar? —pregunta con sorpresa.

¿Quién diablos pregunta eso?

—No —digo seca, demasiado seca creo.

—Pero...

—No puedo, Liam —digo separándome por completo, interponiendo entre nosotros casi dos metros —Suerte mañana, ahí no veremos.

Me alejo buscando a mis amigos. No puedo besar a Liam, y no porque no quiera, sino que me da vergüenza. Okey, sé que tuvimos sexo, pero a veces con él siento seguridad o atrevimiento ¿Curiosidad, quizás? Pero de repente todo se apaga y llegan las malditas inseguridades. Malditas.

Suspiro alzando mis pies entre la multitud en busca de mis amigos y la cumpleañera, a lo lejos distingo a Alex junto a Max y Padme. Me acerco a ellos intentando parecer natural y no que me estoy arrancando de Liam.

— ¿Thiago aún no aparece? —les pregunto.

—Se fue con la rubia y no ha vuelto —dice Padme.

—No me cae bien —dice Max.

—Es simpático, solo que tú estás celoso —acusa Alec.

Padme ríe molestando a Max, tomo un vaso de cerveza que tiene Max para tomar necesito despejarme un poco. Espero que Thiago llegue antes de que nos vayamos.

—Bueno, yo me llevo a Thia —Alec me toma la mano tirando de mí para que lo acompañe — ¿Bailemos?

Seguimos caminando hasta llegar a la pista improvisada de baile donde suena la voz de Jason Derulo con una canción desconocida para mí, pero sin importarme me empiezo a mover.

— ¿Qué pasa con el niñato de Barrett? —pregunta Alec bailando.

El apodo de niñato Alec se lo dirige a Liam y a David porque cuando eran chicos ambos por ser amigos, siempre se mandaban embarradas y hacían cosas de niños por lo que Alec los apodó a ambos como niñatos.

—Pues nada, solo hemos hablado.

—Mientes, Thia y tú a mí nunca mientes.

Le sonrío. Es exagerado porque a veces si le miento, pero como dice mi abuela son mentiras piadosas.

—Bueno, si han pasado un par de cosillas sin importancia.

— ¿Cómo cuáles?

—Nada más de lo que tú ya sabes.

Entrecierra los ojos antes de pellizcarme la mejilla.

—Te creo. Pero recuerda cualquier cosa me dices y yo lo puedo resolver, tú sabes que no soy un buen golpeador, pero por ti hasta me rompo los nudillos —le sonrió.

Son cosas que Alec siempre me dice desde que nos conocemos. Le tengo un verdadero amor fraternal a Alec, digamos que lo conocí en un momento de mi vida en el cual no me gustaba hablar con nadie, ni con las chicas. Pero Alec llegó a hacerme hablar como loro.

Seguimos bailando y bebiendo hasta que ya no podemos más nos perdemos ya no veo a Alec, ni a nadie de mi grupo de amigos. Camino con un vaso de cerveza en la mano hasta que tropiezo con alguien.

—Cuidado, menina —Thiago me sujeta de los hombros.

Entreabro mis labios, sorprendida por el aspecto de Thiago ¿Qué diablos? Tiene la camisa arrugada mientras su pelo parece un desastre, un horrible desastre y creo que tiene labial rojo en la mandíbula, realmente no lo logro distinguir bien por las luces led.