Soy Cynthia© [AV #1]

38 | Duelo.

CYNTHIA CARTER

Todo se puede derrumbar en un segundo ¿no?

Así lo sentí para mí.

Estaba con Boll intentado que comiera algo mientras en mi mente no dejaba pasar el hecho de que Liam se había ido de mi casa hace más de tres horas y no me había enviado ningún mensaje. Por lo que cuando mi celular vibro lo agarre de inmediato.

Número desconocido: (Foto)

Número desconocido: (Foto)

Número desconocido: Así es como se cagan a las minas como tú.

Eran dos fotos. Dos simples fotos. Que me rompieron el corazón como nunca pensé que algo lo haría.

La primera era de Liam besándose con Greta. La foto era borrosa, pero más que clara de donde estaban las bocas de cada uno. La segunda era de ellos hablando muy cerca en la barra de un local.

Me quede paralizada con el corazón martillando en mi caja torácica.

Primer acto fue marcar su número desesperada. Sonó una, dos, tres, cuatro veces y luego:

—Deje su mensaje en buzón de voz —la voz de la operadora me helo.

Comencé a llorar.

Llore abrazada a Boll.

Sentía que algo se estaba rompiendo dentro de mí.

— Lo sabía. Lo sabía. Lo sabía —murmure sin dejar de llorar.

Desde que me dijo que saldría con ella sabía que esto pasaría, pero no pensé que no me iba a doler, llevaba días mentalizándome con que Liam me iba a terminar en algún momento porque ella había vuelto.

Pero esas imágenes. Esas imágenes...

Con el llanto me comencé a ahogar y el ataque de asma me empezó a tomar e intenté levantarme para ir por inhalador, pero caí en mitad de la sala queriendo controlar mi respiración escuchando un pitido agudo en mis oídos.

Quise gritar por ayuda, pero no me salía nada. Boll me noto mal y empezó a ladrar sin mucha fuerza, pronto un Thiago asustado apareció en mi campo de visión quien de inmediato al verme así se acercó.

— ¿Qué pasa? —me examinaba la cara — ¿Qué sucede?

—Asma —hable bajito.

El entendió y corrió hacia mi mochila para entregármela. Donde saque un inhalador y aspire tres veces repetidas.

Me tranquilicé, pero solo el asma porque seguí llorando como nunca. Thiago me abrazo y me dijo que todo estaba bien, pero él no sabía todo.

—Liam —susurre bajito —Me engaño.

Las palabras eran un incentivo a seguir llorando con el doble de fuerza.

—Pero ¿qué dices? Si ese muchacho te ama.

Negué llorando. Alcancé mi celular y le mostré las fotos.

— ¿Quien las mando?

—No sé, pero míralas, esta con otra. Esta con Greta.

— ¿Quién es Greta?

—Su ex.

—Pero menina aquí no se nota bien, puede que lo esté besando en la mejilla ¿Por qué no lo llamas mejor?

—No contesta —volví a llorar —Yo sabía que esto pasaría.

Me abraza e intenta limpiar mis lágrimas, pero el nudo en mi garganta no se deshace por más que llore.