My Freak | Eddie Munson | Terminada ✅

Halloween

Hoy es la fiesta de Halloween, es miércoles, pero no es impedimento para pasarla bien.

Steve, Robin y Nancy se irán primero, Eddie vendrá a arreglarse a mi casa porque no ha visto lo que usaremos, le dije que le enseñaría el disfraz el lunes, pero quise esperarme hasta hoy porque sé que hubiera dicho que no se lo pondría.

Cuándo estaba revisando algunos regalos para su cumpleaños, pasé por una tienda de disfraces, le dije a la señorita que me mostrara algunos en pareja y solo tenía dos.

Uno de sacerdote y monja y el otro era de ángel y diablo, ambos eran muy sexys y me encantaron. Adivinen el elegido.

Salimos de la escuela, no pasó nada fuera de lo común, solo estudios y comida, Eddie me acompañó al trabajo, antes odiaba ese lugar, pero ahora agradezco estar ahí porque gano mi propio dinero y con eso pude comprar los regalos para mi novio.

Eddie se ha quedado todo el tiempo conmigo hasta que salgo y eso lo hace menos tedioso, aunque me distrae mucho.

—¡Basta! —reí—, estoy trabajando.

—Es que eres muy hermosa —se recargó en el mostrador.

—Ayúdame a acomodar estos discos —le di un pico

—No, mejor juguemos a que soy tu jefe y estoy viendo como trabajas —esbozó una sonrisa mostrando sus dientes.

Se sentó en la silla detrás del mostrador y encendió un cigarrillo.

—Eres un tonto.

—No puedes llamarle así a tu jefe, aunque si le das un beso podrás llamarlo como quieras —se encogió de hombros.

—Qué conveniente —puse los ojos en blanco—, no puedes distraerme, Eddie.

—Perdón, cariño —bajó la mirada.

—Podrías estar viendo la tele o haciendo alguna cosa divertida, pero estas aquí.

—prefiero pasar mi vida contigo a estar sentado en un sillón, triste y viendo un programa de mierda —sonrió mostrando los dientes.

Eddie hace menos difícil mi vida, mis papás hablaron sobre el divorcio ayer por la tarde, yo iba llegando de trabajar y escuche un pequeña discusión sobre un testamento, afortunadamente Steve no estaba en casa, se hubiera puesto muy mal.

—Ahora vengo, iré al baño —informó.

—No te tardes, tienes que ayudarme con esto antes de cerrar, no era broma —señalé los discos.

Estaba acomodando los discos con los que Eddie no me ayudó y mi mirada se dirigió a la puerta, que estaba siendo abierta por Connor.

—Hola —Connor saludó amable.

—buenas tardes.

—¿Todo bien? —se acercó a mí 

—Todo perfecto —asentí— ¿Tú que tal?

—digamos que bien, pero me hace falta distraerme —acarició mi hombro.

—Pues hazlo —reí y me alejé un poco.

—más tarde habrá una fiesta en casa de un amigo, ¿quieres ir?

—Yo... —intenté negarme, pero no fue necesario, Eddie lo hizo por mi.

—Irá con su novio —interrumpió y caminó hacia nosotros.

—¿Ya tienes novio? —me miró confundido.

—Sí, esta frente a ti —sonrió amargamente.

—Connor, agradezco tu invitación, pero creo que debes irte, ya es hora de cerrar.