Llevo un mes de conocerlo y solo un día siendo su novia, pero sé que Eddie es con quien quiero hacerlo por primera vez.
—Oye —me acerqué a él.
—dime —sonrió al ver lo cerca que estaba.
—¿Quieres seguir viendo la película? —hice puchero.
—Esta muy aburrida, pero ya vamos a la mitad, hay que terminarla.
—ya no la quiero ver —le di un beso en la comisura de los labios.
—oh, ¿no? —entendió mi insinuación— ¿Entonces qué quieres hacer nena?
¿Nena?, Dios mío, que bien suena.
No respondí a su pregunta, nuestros labios se fundieron en un beso necesitado pero muy romántico.
—¿Estás caliente? —dijo en medio del beso.
Sonreí tímidamente y asentí. Pasó una mano por detrás de mí nuca y me acercó más a él.
—De acuerdo —bajó sus besos a mi cuello.
Me senté a horcajadas sobre él y deje que sus labios recorrieran mi piel, sentí un bulto tocando mi pelvis que me hizo sonreír victoriosa.
—Espera —me miró—, tú... ¿lo has hecho con alguien más?
Carajo, nunca le dije que soy «virgen» , o así es como lo llama la sociedad, pero es una porquería.
—solo orales —dije tímida.
—¿Nunca has tenido relaciones?
—no.
—lo haremos despacio, ¿de acuerdo?
Sonrió un poco antes de devorar mi cuello de nuevo. Mi cadera comenzó a moverse de adelante hacia atrás involuntariamente logrando que su bulto chocara con mi punto sensible haciéndome soltar un pequeño gemido.
—¡Dios! —se quejó en mi cuello.
Me dio un corto beso, quitó mi playera dejando al descubierto mis senos, Eddie parecía estar agradecido de ver que la playera era lo único que traía puesto, me cargó y me acostó en el sofá.
Se puso encima de mí con una rodilla entre mis piernas y la otra recargada en la orilla del sofá.
Una de sus manos tocaba mi cuello mientras que la otra estaba en el reposabrazos arriba de mi cabeza, seguí besándolo y sentí su rodilla rozar mi intimidad por encima de mi ropa interior, se sintió demasiado bien.—Hazlo de nuevo —gemí.
—¿Cuál?, ¿esto? —repitió su movimiento.
—¡mierda!
Los besos seguían, su mano acariciaba mi nuca y su rodilla seguía masajeando mi punto. Era tan cariñoso pero salvaje a la vez y eso me estaba volviendo loca.
—Linda, espera —dijo agitado—, aquí no.
—Vamos a mi habitación entonces.
Apagamos la televisión, tomo mi playera y subimos las escaleras lo más rápido que pudimos, entramos y cerré la puerta detrás de mi, en cuanto lo hice, Eddie me recargó en ella y continuó besándome.
Bajó sus manos hasta el borde de su playera y la quitó mientras yo introducía mi mano dentro de su pijama para sentir su erección.
El no haber hecho nada con nadie no me volvía una inútil en el tema, había visto y escuchado sobre cómo hacerlo así que sabía lo suficiente, además, los orales no me salen tan mal.
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My Freak | Eddie Munson | Terminada ✅
Romansa¿Es posible enamorarse tan pronto? Su nombre es Stella Harrington, tiene dieciocho y regresó a Hawkins después de tres años. Su hermano Steve Harrington le consigue trabajo en «HellZone», en donde conoce a un particular chico con un aspecto que la...