My Freak | Eddie Munson | Terminada ✅

Resultado

Han pasado cuatro horas desde que me hice la prueba, ya es hora de regresar al doctor, mis nervios están a todo lo que da y Eddie parece asustado.

—¿Qué haremos si sale positiva? —pregunté mirando mis manos.

No veo a Eddie como papá, al igual que yo es muy joven y siento que es un poco inmaduro.

—Lo que tú quieras —respondió seco.

—¿Lo que yo quiera? —fruncí el ceño y levanté la mirada para verlo.

Eddie asintió y frenó frente al doctor. Podía haberle dicho millones de cosas, pero estábamos a minutos de saber si nuestra vida seguiría siendo perfecta o no, así que me quede callada y bajé de la camioneta.

—¡Ey! —me alcanzó—, no quise que sonara así, solo pienso que es tú cuerpo, si yo quisiera tenerlo y tu no, no podría obligarte, ¿me entiendes? —sonrió leve.

Era cierto, el problema es que, quizá sea yo la que querría tenerlo y él no, podría abandonarme.

—No pensemos en eso, no sabemos que resultado salió —tomé su mano sudorosa.

Nos adentramos al lugar y caminamos hacia el consultorio, la doctora ya estaba esperando.

—¿Listos? —sonrió

—No —Munson negó con la cabeza.

—Pasen, por favor —invitó haciendo una pequeña reverencia.

Estábamos sentados frente a la doctora, tenía un sobre en las manos y nos estaba mirando con una sonrisa apretada.

—Bien, antes de que sepan el resultado, quiero decirles que si sale positiva y no quieren tenerlo, podrás abortarlo, estas en todo tu derecho —se dirigió a mí.

—Sí, gracias, sólo, hágalo —asentí.

Nos dio una última sonrisa y abrió el sobre, sacó la hoja, la desdobló y comenzó a leer.

Eddie apretaba mi mano con fuerza mientras mordía las uñas de la mano libre.

Un nudo en mi estómago se formó y quería vomitar, aunque eso era normal desde hace días.

La doctora leía toda la hoja y parecía no enfocarse en el resultado, los segundos parecían horas.

—¿Qué dice? —Eddie preguntó ya impaciente.

—No —musitó la doctora mientras nos miraba.

—¿Cómo? —Eddie dejó de moverse.

Esa respuesta podía ser buena o mala, no importaba, solo quería saberlo.

—No estás embarazada.

Me tomó unos segundos asimilarlo, Eddie soltó mi mano y le arrebató la hoja a la doctora.

—Lo siento —se disculpo nervioso.

Giré mi cabeza para verlo y sus ojos se movían de lado a lado buscando el resultado.

—No estás embarazada —me miró.

Es impresionante como una simple hoja con letras puede darte una información tan grande y como puede decirte que te espera en el futuro.

Una sonrisa leve se pintó en mi cara, había asimilado la respuesta y me sentía aliviada.

—Déjame ver —le quité la hoja.

Leí detenidamente hasta que llegué al resultado, ni siquiera eran demasiadas palabras, solo mis datos, el tipo de prueba y el resultado resaltado en color azul pastel.