• Capítulo 2 |El reencuentro|

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El sonido de los pájaros cantar me lograron despertar. Abrí mis ojos para tallarlos con mis manos, al terminar de espabilarme logré ver hacia abajo, ahí se encontraban todos los del campamento tomando chocolate caliente a decir verdad, estábamos en verano y hoy estaba frío.
Sonreí de costado, me sentía bien y no por haber dormido toda la noche en un árbol incómodo, claro que no, sino porque mi corazón se sentía bien al haber salvado a una mamá que anhelaba volver con su pequeño hijo.

Un grito salió de mis labios al sentir una flecha cómo se clavaba en mi tobillo, intenté llegar a éste pero resbalé por el mismo tronco, antes de que mi cuerpo cayera de una altura de siete metros, mi mochila se enganchó en el tronco haciéndome quedar colgando de mis axilas.
Todas las miradas del campamento se pusieron en mi, inclusive la de Lori.

— ¡Ahí está! — señaló con una sonrisa, pero ésta se fue al ver una flecha en mi tobillo clavada. Intentó acercarse pero estaba demasiado alto para ella. — ¡Daryl! — gritó molesta a un tipo de cabello castaño claro y corto, sostenía una ballesta de color negro, muy parecida a la mía, sonreí de costado.

— Estuvo toda la noche durmiendo ahí arriba. ¿Acaso nos espía? — preguntó molesto mientras caminaba de un lado a otro colgando la ballesta en su espalda.

— Claro que no. — respondí sin ganas, me quejé por el dolor.

— Ella es Moon, la que me salvó y trajo hasta aquí. — contó Lori y yo sólo asentí. — Y por más extraño que sea, no se le clavan flechas a la gente porque sí. — dijo enojada. Reí a lo bajo.

Mientras los demás del campamento discutían, entre ellos Daryl, de qué harían conmigo; decidí sacar mi mochila del tronco para bajar con ésta, mi pie se encontraba dormido, caí al suelo y volví a soltar un quejido al haber caído parada, mi pie herido se debilitó e hizo que me arrodillara. Lori y los demás se acercaron, menos quién me había lastimado.

— Oh cariño, ven, vamos a quitarte éso. — dijo mientras me ayudaba a ponerme de pie, pero un suspiro de cansancio y enojo nos sacó de nuestras acciones.

Daryl movió a Lori a un costado y me tomó en brazos, para llevarme a una caravana que se encontraba frente a nosotros, no me quejé, era mejor a que caminara con la flecha aún en mi pie. Un señor anciano movió todo lo que se encontraba encima de una pequeña mesa, ahí  me sentó y se agachó a mi tobillo.

— Buscaré el botiquín. — dijo para ponerse de pie, mientras ahora el anciano quién se encontraba frente de mí, me sonrió, se la devolví.

— Soy Dale. — dijo estirando su mano, la tomé. — Siento mucho lo que hizo contigo. — se disculpó por la acción de su compañero.

— Moon. — me presenté. — No te preocupes, sólo cuidaba al grupo. — dije mientras me quejaba, entre los dos intentaron sacar la flecha, y Dale colocó una tela limpia con un líquido que ni sabía lo que era.

— Ésto detendrá el sangrado y evitará la infección. — me indicó y yo sólo asentí, pude sentir una mirada en mí, levanté la vista y ahí estaba Daryl mirándome fijamente.

— ¿Qué? — pregunté curiosa y él simplemente salió del lugar. — Muy amigable tu compañero. — dije bromeando y Dale rió levemente.

— Siempre es así, hasta con su propio hermano. — dijo mientras terminaba de vendar mi tobillo y ayudarme a ponerme de pie.

— Gracias, Dale. Fue un gusto conocerte. — hablé mientras comenzaba a caminar lentamente hacia fuera de la caravana.

— Igualmente, cariño. — fueron sus palabras, salía detrás de mí.

ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora