• Capítulo 16 |Un desconocido|

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La humedad volvía a hacerse presente en el día. La lluvia había parado, pero el sol se escondía entre las grandes nubes de color oscuro.

Merle junto a Abraham habían ido en busca de comida. Encontraron todo enlatado, pero aún servía.

Ahora mismo me encontraba caminando por el bosque, para poder salir nuevamente a la carretera desolada y llena de autos abandonados.

Quería despejarme un poco de la conversación poco incómoda que había tenido con Daryl la noche anterior.

No había avisado a nadie. Aunque dudo mucho que alguien viniese a buscarme.

Me apoyé encima del capó de un auto viejo y saqué mi botella de agua. Estaba un poco sucia por la lluvia, pero prefería ésto que a nada.

Aquél sonido de pequeños pasos lentos detrás de mí, hicieron que tirara mi botella y tuviera mi ballesta en alto, para darme vuelta rápidamente.

Un hombre completamente desconocido, se encontraba en frente de mí. Tenía cabello un poco rizado y corto, barba crecida de varias semanas, un bolso y ambas manos levantadas a los lados de su cabeza por mi acción.

— ¿Quién demonios eres? — pregunté seriamente.

Luego de lo ocurrido con Philip y Gareth, sinceramente; no confiaría en ninguna otra persona otra vez.

Él me sonrió.

— Aarón. Mi nombre es Aarón. — respondió con voz un poco preocupado.

— Deja tu bolso a un lado y tus armas a la vista. — ordené y él comenzó a hacerlo sin quejarse. — Un movimiento en falso y juro que ésta flecha atravesará tu maldito cráneo. — amenacé y él asintió para seguir haciendo lo que le pedí.

Luego de que se encontró desarmado. Me acerqué un poco más a él.

— ¿Qué haces aquí? ¿Qué es lo que quieres? ¿Estás solo? — la bomba de preguntas se apoderaron de mi, causando una risilla apenas de aquél hombre que se encontraba frente de mí.

Sujeté más fuerte mi arma y mi dedo índice en el gatillo.

— Soy un reclutador. No estoy sólo. Un amigo mío, viene conmigo. Somos de una comunidad a varios kilómetros de aquí. El lugar se llama Alexandria y queda en Virginia. — comenzó a contar. — Los estuvimos siguiendo un par de semanas. Las comidas enlatadas eran puestas por nosotros para ayudarlos y el caballo del granero, era nuestro. — siguió contando con ambas manos temblorosas. — Tenemos comida, agua caliente y hogares para cada uno. Murallas de más de cinco metros de altu... — no dejé que terminara de hablar ya que mi arma golpeó su cabeza.

El tipo llamado Aarón, cayó inconciente al suelo. Saqué mi mochila de mi espalda y tomé la cinta de embalaje, colocándosela en las piernas, muñecas y boca.

Miré hacia todos lados por si aparecía su compañero, pero no vino nadie. Tomé su mochila y su arma, colocándola en mi pecho y tomé en brazos a aquél tipo.

Era demasiado pesado, pero su peso no se sentía tanto en mi hombro derecho, llevándolo cómo si fuera una bolsa de papas.

Caminé por varios minutos con el tipo en mi espalda y pude sentir que comenzaba a despertar. Pero me coloqué en frente de las puertas del granero, para abrirlas de una patada.

Todo el grupo que se encontraba hablando con rostros de preocupación, se detuvieron y girarom sus vistas en mí, y en la nueva compañía.

Dejé caer bruscamente el cuerpo del tipo encima de un colchón de paja, causando el quejido casi silencioso de él.

Todos miraban la escena anonadados, pero las miradas más juzgadoras eran de Daryl y Rick.

Tiré las dos mochilas a un lado de mí y cuando observé que Aarón se encontraba con sus ojos bien abiertos, junto a una gota de sangre caer por su cien, quité la cinta violentamente.

Mi rostro estaba neutro. Él se quejó por mi acción y obligué que se colocara de rodillas en el suelo. Así lo hizo.

— Moon, ¿de dónde mierda sacaste a ése tipo? — preguntó un Merle preocupado.

Todas las vistas se dirigían hacia mí. Tomé el rostro de Aarón y con mi otra mano, señalé al grupo.

— Diles a todos ellos lo que me dijiste.— ordené, pero se quedó callado.

Su mirada era de cierto miedo hacia mí, estaba a punto de volver a golpearlo, pero habló.

— Alexandria. — dijo rápidamente para detener mi acción a tiempo. — Alexandria es una comunidad que está a unos kilómetros de aquí, en Virginia. Tiene muros de cinco metros de altura, hay mujeres, hombres y muchos niños. Comida, agua caliente. — terminó de contar, sus ojos se encontraban un poco llorosos. Y el tono de su voz era de miedo.

— Dile lo otro. — volví a ordenar, él me miró un poco preocupado, pero incliné un poco mi cabeza para darle la órden de que lo hiciera.

— Un amigo y yo los estuvimos siguiendo por semanas. Las comidas enlatadas y el caballo eran nuestros. — ahora si había terminado de hablar.

Rick se acercó con la pequeña niña en brazos hacia él y lo miró amenazante.

— ¿Cómo podemos confiar en un desconocido? — preguntó seriamente.

— En mi mochila hay fotografías del lugar. Las casas y de las personas. — habló en su defensa. — Mi amigo está esperándome en una casa rodante. — comenzó a contar. — Somos reclutadores y simplemente hacemos nuestro trabajo, no queremos problemas. — terminó de decir.

— ¿Dónde está tu amigo? — preguntó finalmente Daryl, llevándose una mirada fugaz de parte mía.

— A diez cuadras de aquí. — respondió.

— Bien, necesitaré un grupo para que confirme éso. — dijo Rick y todos asentimos al unísono. — Si todo llega a ser una mentira, juro que te mataré de la peor manera. — amenazó el ojiazul, él contrario asintió rápidamente. — Moon, tu irás y llevate a las personas que creas necesario. — ordenó, lo cuál asentí.

— Glenn. Abraham. Rosita. T-Dog. Sasha y Merle irán conmigo. — dije sin más y el líder del grupo estuvo de acuerdo junto a las personas que elegí.

Recibí la mirada seria del menor de los Dixon, pero no le daría el gusto de hacerme sentir mal por no elegirlo.


Los minutos pasaban y la noche comenzaba a caer nuevamente.

Llegamos al supuesto lugar que Aarón nos había dicho y definitivamente había una casa rodante.

Abraham junto a Merle se encargaron de entrar sigilosamente, para encontrarse a un hombre delgado con su pierna hecho trizas.

— ¿Qué demonios te pasó? — preguntó T-Dog al verlo.

— Caí por aquella colina. Creo que tengo la pierna fracturada. — dijo mientras se quejaba.

— Tenemos un médico en el grupo, él te ayudará. — dijo Rosita para calmarlo. Él asintió amablemente.

Luego de confirmar lo que había dicho Aarón. Decidimos buscar al grupo.

— ¿Rick, me oyes? — pregunté por la radio. Recibiendo la señal de Grimes. — Iremos en unos minutos. Aarón tiene razón en todo lo que dijo. Pero su compañero está herido. — hablé para seguir conduciendo hasta el granero.

Luego de unos cuantos minutos de viaje. Llegamos al granero.

Todos recibieron la órden de Rick  para ir en la casa rodante. Daryl había conseguido un auto e iría otra parte del grupo con él y así fue cómo comenzó nuestro viaje a dónde probablemente sería nuestro nuevo hogar.


ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora