7. ¿Adónde me llevarás?

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SOY TU ALUMNA.



Capítulo 7; ¿Adónde me llevarás?



-Noelia Jiménez-



Cada vez que los días van pasando se va acercando el día para irme a otra escuela, con mis papás quedamos que eran dos meses si no había problema conmigo, hasta el momento todo va bien, y agradezco que Izen no haya reportado lo que pasó en la ida al museo, de lo contrario, se me hubiera dañado todo.



Entrar a la escuela donde estoy no ha sido tan malo, me llevo bien con Meisy y con Kaleth, los dos son agradables y la pasamos bien cuando salimos, pero sin importar eso quiero irme a estudiar a otro lugar, no me quiero quedar en mi ciudad porque a veces siento que no es mi lugar.



Durante estos días he hecho más amistad con Ross y con Jose, los dos son buenos chicos, y aunque meses atrás no soportaba a Molly, ahora ya podemos estar en el mismo lugar sin estar discutiendo, ella no es tan desagradable como yo pensaba.



-¿Tienes tiempo para este viejo decrépito o estás muy ocupada?



Dejo mi celular a un lado para mirar a mi abuelo, le doy una sonrisa y me levanto para darle un abrazo.



-Viejito precioso, sabes que siempre tendré tiempo para ti -lo tomo de la mano para sentarnos en el sofá donde estaba yo.



Desde la cena en su casa no lo había visto, quise ir a disculparme, pero tampoco quería tener otro agarrón con mi abuela, y no es que quiera que mis papás sigan enojados conmigo por lo que pasó. Los dos me culpan de ser maleducada cuando fue mi abuela la que me faltó el respeto primero. Mi abuelo me llamó el mismo día de la discusión, pero yo no me disculpé con él, siento que debo hacerlo.



-Abuelo, quería pedirte disculpas por lo que pasó en tu casa, no me arrepiento de lo que hice, pero tú no tienes culpa de que no te haya llamado para disculparme contigo. Tú te disculpaste conmigo y yo no lo hice.



-Cariño, tú no tienes la culpa de nada, ya sabemos cómo es tu abuela y todo el tiempo piensa en hablar y no se da cuenta de que puede estar ofendiendo a los demás -me acaricia la mejilla-. Si estás bien así sola, no pasa nada, es tu vida, nadie puede mandar en ella.



-Gracias por entenderme, no me pudo tocar mejor abuelo que tú -beso su nariz-. Te amo, abuelo.



-Y a mí me tocó la nieta más cansona del mundo, pero la más bonita. Hija, quiero que cuando yo no esté seas feliz y que cumplas todo lo que me dices que quieres.



-Tú estarás para verme lograr todo.



-Los abuelos no son eternos.



-Y qué gran error es ese, porque los abuelos deberían de ser eternos.



-Qué más quisiéramos nosotros, hija, pero no se puede, uno no decide nada sobre su vida.



Nos quedamos hablando. Me gusta cuando viene y nos quedamos hablando por horas, se siente tan bien que esté cerca de mí, de niña no viví a su lado, pero venía a verme y me compraba regalos que guardaba como mi mayor tesoro. No quiero pensar lo mucho que me dolería si lo llego a perder.



Han pasado las horas y ya mi abuelo se ha ido, es de noche y parece que mis papás tampoco vendrán hoy de su viaje. Estoy por meterme a la cama cuando siento un golpe en la puerta, me doy cuenta de que es Jose que se ha golpeado. Me burlo de su cara y él se sienta en mi cama, más atrás aparece Ross.



-¿Qué hacen aquí tan tarde?



-Tenemos una duda existencial, ¿cierto que cuando una chica ignora a uno es porque le gustamos?

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