11. ¿No te importo?

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Capítulo 29;

~Melania~

—¿Segura de que quieres ir sola a esa cafetería? Puedo ir contigo.

Pongo las manos en los hombros de mi hermana.

—No me pasará nada de aquí a la cafetería, es en la otra cuadra, iré por una malteada y me regreso a mi casa.

—¿Segura?

—Sí, ya ándale a tu casa.

—Okay, okay, ya entendí. Te quiero.

—Y yo también te quiero.

Le doy un beso en la mejilla y empiezo a caminar hacia la cafetería, no está lejos y quiero comprarme una malteada.

Me pongo mis audífonos y entro a la cafetería, me acerco para hacer mi pedido.

—Hola, por favor me das una malteada de helado.

—¿La deseas con algo en especial?

—Doble porción de oreo, sin azúcar.

Anota mi pedido y me quedo esperando que lo preparen. Me llega un mensaje de Aisel y cuando estoy por verlo se me acerca un chico de piel morena, me sonríe y aparto mi mirada para no darle importancia. Es Roger.

Me pasan la malteada, estoy por pagar y me pone la mano en el hombro.

—Yo la pagaré —se ofrece sin borrar la sonrisa—. ¿Me dejarías pagarla?

—No, yo tengo mi dinero, pero gracias.

—¿Eres de la clase de chica que no deja que un hombre le pague algo? No hay problema si yo pago tu malteada.

Se ubica frente a mí.

—Soy de la clase de chica que no le gusta que le paguen sus cosas, y menos si eres tú.

—Ya me habían dicho que tenías esta manera tan peculiar de ser con los demás.

—¿Perdona?

No me dice nada, pero señala hacia una mesa donde está Mauro mirándonos.

—Ah, estás con él.

—Sí, somos amigos.

—Por eso su nivel de estupidez.

Pago la malteada y sin decir otra cosa me alejo, no quiero soportar a nadie, estoy en mis días y eso me hace estresar más de lo normal, me pongo los audífonos y salgo de la cafetería.

Quiero llegar a mi departamento para darme una ducha y descansar, necesito reponer energías para estar activa.

[...]

Estoy buscando las llaves en mi bolso para entrar a mi casa, siempre las pierdo porque no les presto atención. Escucho una voz que se me hace conocida y dejo de buscar en mi bolso.



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