34. Emociones caóticas.

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SOY TU ALUMNA

Capítulo 34; Emociones caóticas.

—Izen Smith—

Ha llegado el momento de enfrentar lo que llevo semanas evitando, lo que tengo que dejar ir por mi bien, no quiero seguir pensando en lo que pasó y en lo que no va a cambiar, le dije a Noelia que hablaría con Alice y eso es justo lo que haré, no puedo fallarle porque también lo estoy haciendo por mí, porque quiero dejar ir todo lo que no es bueno.

Hablar con Noelia me hizo entender cosas que ignoraba, yo no quiero vivir lleno de resentimiento, yo no quiero vivir lleno de rabia por cosas que nunca van a cambiar, lo hecho no tiene vuelta atrás, pero podemos tomar las riendas de nuestro camino y cambiar nuestro futuro, y la única manera es soltando el pasado que nos ha lastimado. De nada me va a servir estar sumergido en el dolor y la decepción, debo seguir adelante para olvidarme de lo malo.

«Los cambios son dolorosos, pero nos fortalecen y nos reviven con más fuerzas que antes».

Relajo mi cuerpo, tomo aire por la nariz y lo dejo salir por la boca de manera lenta, he llegado a la cafetería donde quedé de verme con Alice, tengo que manejar la calma o voy a reaccionar mal. Me bajo del auto y camino entre la gente para ver si veo a Alice en alguna mesa, la cafetería es al aire libre, es extraño que sea de esta manera, pero es acogedora.

—Izen —escucho mi nombre, me giro y es Alice, camino hacia ella que se está tomando un batido de fresas. Me siento—. ¿Quieres que te pida algo de tomar o de comer?

—No vine para tomarme algo contigo o para comer como si fuéramos los mejores amigos, estoy aquí porque tenemos que hablar y tú tienes muchas cosas por explicar —hablo de manera seria—. ¿Por qué crear una mentira que sabías que me podría meter en problemas? ¿Por qué debías joder todo lo que yo había conseguido?

—Mi intención nunca fue hacerte daño, lo que quería era salir de mi casa y cuando tú llegaste a la escuela te vi como un objetivo fácil. No quería seguir al lado de mis papás, me trataban mal, me golpeaban y me dejaban sin comer hasta por dos días porque no les parecía mis actitudes, así que pensé que si te enamorabas de mí me ibas a decir que nos fuéramos a vivir juntos, pero eso nunca pasó y por eso dije que tú me acosabas, al principio lo vi como una manera chistosa de que mis amigas de ese entonces sintieran envidia porque tú querías tener una relación conmigo y también porque eras mi boleto a la libertad, pero después todo se me salió de las manos y ya no pude hacer nada, mis papás tuvieron más cercanía conmigo y eran comprensivos porque creían que lo que me habías hecho me estaba afectando, y al vernos como una familia me quedé callada, si decía que era una mentira me iba a quedar sola y me iba a ir muy mal con mis papás —la miro con atención a medida que habla—. Estaba viviendo un infierno, sentía que debía salir de mi casa o me iban a matar con tantos golpes. Mi vida no fue fácil y te llevé por el medio por querer escapar de mi realidad.

—¿Te das cuenta de que lo que tú viste como una salida a mí me hizo daño? Yo no era el culpable de que tus papás te trataran tan mal, únicamente quería trabajar y salir adelante, y por tu culpa todo se salió de control —mascullo. Estoy tratando de controlarme—. Era obvio que todo iba a salir mal, yo era tu profesor y era mayor que tú, mientras que tú eras casi una niña sin saber lo que querías.

—Todo lo que hice estaba mal, no debí involucrarte en mis problemas, pero de verdad nunca tuve la intención de causarte daño, yo solo quería salir de mi casa —se seca las lágrimas. Mi postura de seriedad no tambalea—. Lamento mucho que todo haya terminado mal, tuve que tomar ayuda psicológica para poder recuperar mi estabilidad y cuando todo mejoró entendí que todo lo que te hice estaba mal y te busqué para pedirte una disculpa.

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