24. No podemos estar juntos.

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SOY TU ALUMNA

Capítulo 24; No podemos estar juntos.

—Noelia Jiménez—

Tener dolor de cabeza es una sensación horrible, todo nos molesta, nos irrita y nos saca de nuestras casillas. Y, claramente, soy la única de mis amigos que se encuentra en clase, ¿qué hago en la escuela? Pues fácil, las vacaciones fueron adelantadas y yo debía venir porque ese fue el acuerdo que hice con la directora para poder regresar a la escuela. La fiesta de Jose fue maravillosa, la pasamos increíble, nos divertimos, bailamos, jugamos, y ahora ellos están descansando y yo estoy en la escuela con el grupo de apoyo. ¡Quiero morirme!

En este momento me hacía acostada en mi cama tomándome algo para la cruda que tengo, pero eso no es lo que está pasando porque la vida es injusta. Después de haberme reído ahora estoy con ganas de dormir y de tomarme algo frío que yo sienta que quema mi garganta. Antes de venirme me tomé dos pastillas para el dolor de cabeza, pero no me están funcionando, cada vez me fastidian más las luces en los ojos y es estresante las voces de todos.

—Hola, permiso, profesora, disculpe que venga a molestar, pero me ha mandado la directora —la secretaria entra al salón con una sonrisa, esta no es la secretaria que veo todos los días, puede que solo esté aquí por las vacaciones, la otra debe estar descansando—. ¿Quién de ustedes es Noelia Jiménez? —levanto la mano para que sepa que soy yo— Te necesita la directora en su oficina, ¿puedes venir conmigo? Me dijo que te llevara o yo iba a ser la responsable si la dejabas esperando.

—Eh, sí, claro.

Miro a la profesora para ver si me deja salir y ella asiente, dejo mis cosas en mi lugar para ir detrás de la chica que me está esperando.

—¿Sabes para qué quiere verme la directora? —le pregunto a la nueva secretaria cuando salimos del salón—. Dios, ni siquiera en vacaciones descansa.

—No lo sé, me dijo que te llevara y ya.

Sí sabe qué me dirá la directora, se hace la inocente para no decirme.

—Ándale, dime, no diré que tú me dijiste.

—Ok, lo único que sé es que en la oficina está el maestro Izen, la directora parecía muy enojada con él, no escuché muy bien, pero ella mencionó que lo que estaba haciendo no era ético, también le dijo que si su exnovia no viene a contarle ella no se entera de nada.

Llegamos a la dirección y la chica se queda en su lugar y yo entro a la oficina de la directora, está Izen sentado frente al escritorio y no parece muy contento, la directora está enojada y el ambiente está muy tenso. Es muy claro que ya sabe lo que está pasando y no le agrada para nada que nosotros dos tengamos una relación.

—Siéntate —señala la silla que está al lado de la de Izen—. ¿Pasaron cinco meses y tú tampoco fuiste capaz de decirme que tienes una relación con tu profesor? —afirma sus manos en el escritorio—. ¿Izen te obligó a estar con él? Porque es la única respuesta que encuentro para todo lo que está pasando, tienes dieciocho años, lo normal es que te fijes en alguien dos años mayor que tú, no en alguien que tiene veintiocho años y que es tu profesor.

—Izen no me ha obligado a estar con él, y si está esperando que le pida una disculpa, pues se va a quedar con las ganas, no estamos haciendo nada malo, y no es una obligación fijarme en alguien de mi edad.

—Es tu profesor, no puedes estar con él.

—Cuando yo lo conocí no tenía la menor idea de que iba a ser mi profesor, así que lo nuestro no tiene que ver con lo que sea que pase en la escuela.

—¿Ahora sí me cree? Porque yo también le dije que conocí a Noelia fuera de la escuela, no teníamos idea de que ella iba a ser mi alumna —habla Izen, se nota el enojo que tiene—. No sé qué tanto le dijeron, pero le aseguro que nunca obligué a Noelia a estar conmigo. Lo de nosotros fluyó y ya, fue algo que no planeamos y que simplemente pasó porque tenía que pasar.

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