72. Bienvenida de soltero.

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Caoitilo 72; Broma cobrada

~Melania~

Me quitan la venda y ya no hay nadie a mi lado, no sé quién me ha besado, pero lo ha hecho demasiado bien.

Estoy disfrutando.

—Baile sexy.

Mariela lee lo que dice en su carta y soy yo la que le cubre los ojos. Los chicos me piden que le baile y acepto en silencio.

La siento en una silla, y empiezo a bailarle haciendo que sienta mi respiración en su cuello y en sus senos. Me muevo un poco de manera sexy sobre sus piernas y hago que ponga sus manos en mi cintura.

Puedo sentir cómo se ha puesto.

Me alejo después de unos minutos y todos empiezan a celebrar.

No sabía que la iba a pasar tan bien en una fiesta de despedida donde están los dos que se iban a a casar y yo que fui la que arruinó la boda. Si Aisel supiera ni estaría tan feliz aquí.

—Besos en el cuello.

Felipe lee su carta y sin pensarlo le cobren los ojos.

Entre risas y señas hacemos que sea Roger el que le dé los besos en el cuello, las risas se pueden escuchar. Estamos disfrutando del momento.

La cara de Felipe es divertida, está colorado y debe ser por las cosquillas que causa los pelos de la barba de Roger.

—¡Qué haces, estás loco!

Grita Felipe cuando se quita la venda de los ojos y las risas se hacen más grandes.

—Guapo, yo sé que te gustó.

Le dice en un tono bastante divertido.

—¡No!

Se tira en la piscina y no deja de restregarse el cuello mientras todos nos reímos de su cara.

Es una buena manera de terminar esta despedida de soltero.

[....]

~Mauro~

—¡Joder! Es tardísimo —gruño viendo la hora en mi celular que encontré debajo de la cama, la fiesta de ayer fue un desastre, pero la pasamos bien.

Me salgo de la cama y entro al baño, agarro el cepillo de dientes y lo mojo, lo meto en mi boca y escupo con rapidez, es obvio que le echaron pegamento, el sabor es horrible, me enjuago la boca con rapidez, debieron ser los chicos los que me jugaron esta broma.

Busco otro cepillo para no quedarme sin lavarme los dientes, termino y salgo de la habitación, me pongo mi ropa y cuando llego a la parte de la piscina hay una mesa grande con el desayuno, los chicos están llegando también, se les nota que tomaron hasta por los codos.

Empezamos a comer y todos nos miramos la cara cuando masticamos, escupimos al tiempo, el sabor de la comida es fatal, está salada y muy picante. Agarramos nuestros jugos y el sabor es mucho peor, parece que una manada de animales hubiera hecho sus necesidades aquí.

—¡Carajos, esto sabe terrible! —chilla A
Arnold, no ha dejado de escupir—. ¿Quién fue? Los cepillos de dientes también tenían pegamento.

Se escucha una fuerte carcajada y miramos a la autora de todo este desastre, esta debe ser su venganza por lo que le hicimos.

—¡Melania, fuiste tú! —gritamos todos al tiempo.

—¿Les gustó el cierre de la Bienvenida de soltero? —nos mira con una sonrisa —Jaque mate —se pega a su jugo con una sonrisa y come un bocado de su comida—. Es una lástima que no vayan a disfrutar de la comida, está deliciosa.

Nos tira un beso y desaparece de nuestra vista, nos las supo hacer, Melania no se queda con nada.

—Y yo pensando que las mujeres eran el sexo débil, y vaya cierre que le dio Melania a todo esto —Franco niega con su cabeza, no deja de reír.

—De débil no tienen ni la mitad —mascullo.

—Era obvio que mi amiga no se iba a quedar con nada —murmura Aisel—. No las cobró completita.

—Controla a tu empleada, no las jugó muy mal —bromea Roger.

—¿Controlar? Melania no se deja controlar por nadie —me burlo—. Me iré a bañar para regresar a mi departamento, quiero seguir durmiendo.

Me daré un baño rápido para irme, quiero seguir durmiendo.

Me quito todo y abro la llave, el agua empieza a caer sobre mí y me aplico jabón, empiezo a sentir picazón en todo mi cuerpo, apago la llave y salgo hasta la parte donde está el espejo, pero ahí hay una nota en labial rojo que dice «¿Creíste que solo era una broma ? No, cariño, estaba esperando que te confiaras para hacerte una peor. Disfruta de tu baño con picapica».

¡Maldita loca!

Me envuelvo en la toalla y cuando salgo a la habitación está sentada en mi cama, ya está arreglada.

—¿Te gustó tu baño?

—Te pasaste —me rasco con desesperación—. Siento comezón en todos lados.

—Me tocó demostrarte de lo que soy capaz para que no me mandes a relajar cuando yo esté enojada.

Me tira un beso y se levanta para salir, la agarro del brazo y la dejo pegada a la puerta, sus ojos me detallan, me acerco a sus labios y se quita con rapidez.

—Ni lo pienses, olvídate que me voy a dejar dar un beso.

—¿Por qué no? Yo me muero por ti y no quiero que juguemos a no estar juntos.

—No estamos juntos  —se inclina hacia mí—. Escúchame bien porque no lo voy a repetir; no causas nada en mí, y nunca me tendrás de nuevo. Ya me aburrí de este juego.

—Te puedo probar que sí volverás a caer conmigo.

—Muérete.

—Sobre ti mientras me muevo, eso sería una muerte excitante.

—Estás enfermo.

—De ganas por ti, y lo tienes claro.

Me empuja con fuerza y se va.

Melania me está haciendo pecar, no debería decirle nada de lo que le digo y cuando está cerca me descontrola, descontrola cada parte de mi cuerpo y es una sensación que ya no me gusta, esto puede causar muchos problemas; problemas que no tendrán una salida.

Quiero saber quién puede salir perdiendo en este nuevo que los dos hemos creado. Quiero saber quién dirá... Jaque mate.

Soy tu alumna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora