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Buenos días.

Patada, patada, golpe, golpe. Grito de Linda. Patada, golpe. Insulto. Patada.

No me dolía. Ya no reaccionaba. Estaba tumbado en la nieve, lo único que podía sentir era esta reposar sobre mi amoratada mejilla. Mis ojos estaban entrecerrados pero más que nada porque estaba mareado, muy mareado y cansado.

— ¡Ya está! ¡Lo están matando! — gritó Linda. Richard, Ryan, y Steve se alejaron de mí — santo cielo, lo hicieron mierda.

— Para que aprenda a no ser un acusón. — declaró Steve. Este último cogió mi cara y apuñaló esta con una rama que había cerca. Finalmente se paró y se alejó con Ryan.

Mientras Ryan y Steve se iban alejando, Richard se detuvo a los pocos pasos. Giró y me contempló tirado en el piso, con Linda hablándome suavemente. Noté una sonrisa sádica antes de hablar.

— ¿Está vivo? — preguntó, como si no me hubieran golpeado durante quince minutos consecutivos. Linda giró a él y sin siquiera dar indicios, le dio una bofetada a Richard. Ella no tenía miedo de también ser golpeada.

— Te juro que te denunciaré. — juró ella. Richard tenía tanta cara de bueno que se hacía difícil el insultarlo — ¡Te voy a denunciar, hijo de puta!

— ¿Con qué, Linda? — preguntó él. Luego me echó una mirada rápida — no le atenderán nada a ese bueno para nada. Además, sabemos donde vive. No te sorprendas de que si decide o decides denunciarnos, le vamos a hacer pasar un infierno.

Sin más, él se fue. Linda, aunque asustada, dio media vuelta y se agachó para auxiliarme de nuevo.

— Craig, no, no, no. Craig, ¿Estás ahí? Craig.

Sí, estaba ahí. Podía escuchar y ver apenas un poco. Solo no tenía la energía para siquiera parpadear.

Cuando ella acarició mi cara, logré volver un poco en mí mismo y la miré. Linda sonrió con alivio y se apegó a mí con fuerza.

— Craig, te hicieron mucho daño. Estás muy amoratado. Te dije, debías de quedarte en casa. Te dije.

Tuve la fuerza suficiente para corresponder al abrazo y me dejé reposar ahí, en su hombro. Ella me contuvo. Me sentía tan seguro cuando ella me abrazaba. Ella y mi madre eran el poco contacto femenino que tenía, pero se sentía el calor de... simplemente ser mujer.

— ¿Tú estás bien? — pregunté. Mis ojos estaban tan pesados que costaba mantenerlos abiertos. Solo quería saber si ella estaba bien.

— Sí. — declaró ella — sí, Craig. Estoy bien. No me pusieron un pelo encima.

— Entonces cada golpe valió la pena. — me separó de ella y me miró a los ojos. Luego miró toda mi cara, y yo la suya. Cada que la miraba me parecía más y más bonita — Linda...

Ella parpadeó dos veces y luego me tomó de las manos. Estas también estaban amoratadas, pero el dolor lo sentí y solté un quejido.

— Oh, Dios. Craig, estás muy mal. Déjame llevarte con mis padres. Santo cielo, que horrible debe de ser estar como tú. Déjame... — y pasó su dedo pulgar sobre mi labio, todavía sangrando. No quitaba mi mirada de ella — por Dios, necesitarás ir al hospital.

— ¡No, no, no, no, no, no! — exclamé, mientras negaba frenéticamente. Linda tomó mi cara con sus manos y obligó a que la mirase — no, no, no...

— Craig...

— Linda...

Linda es, como su nombre lo dice, muy linda.

Eclipse ▸South Park Fanfic◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora