Eclipse ▸South Park Fanfic◂

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Buenos días.

¿Sabías que las focas de la costa de Bilbao, un %95 de ellas son grises?

Bueno, cuando te pones a pensar así de ellas te das cuenta que Thomas se parece más de lo que parece a esos animales.

En vez de ser él quién corrió hacia mí, yo corrí hacia él. Él estaba en shock absoluto pero con una sonrisa que indicaba que se sentía aliviado. Mientras tanto, yo lloraba y suplicaba que él me rodease con sus brazos y calmase mi angustia.

Así lo hizo. Me apegó a él y fue el siguiente en romper a llorar.

— Hermano. — soltó Thomas — maldita sea, ¿Por qué me hiciste esto? O más bien, ¿Por qué te hice esto a tí?

No me atreví a despegarme de él. Solo lo escuché.

— Estabas en esa cunita, para mí fue ayer. Te vi, tan chiquito, indefenso, quise protegerte toda mi vida para que nadie te tocase un pelo y mírate. Todo esto es mi culpa. — lloró — debí haberte acompañado al colegio ese día. Debiste haberme dicho antes que Richard te hacía esas cosas. Si hubiera sido más temprano, te hubiera creído. Y perdón por no haberlo hecho, toda mi vida estaré arrepentido de esto. Era tu hermano mayor, se supone que debía cuidarte de los muchos Richard que hay en el mundo. Y no pude protegerte. Perdóname, Craig.

Hubo tanta sinceridad en sus palabras que me quedé mudo. No nos separábamos del otro.

— Te amo, Thomas. — le dije — debí insistirle a mamá de quedarme ese día. No, no me gusta estar muerto. Pero sobre todo porque no puedo estar contigo. Eras y serás mi mejor amigo, para siempre. Ese que más que hermano, es compañero. Tú fuiste el primer hombre en el que pude confiar, incluso antes que papá. Fue falta de confianza.

— ¿Cómo voy a ir a la entrega de diplomas sin matarlo? Dime, Craig. Se supone que debías de estar ahí. Despedirme cuando me vaya a Dakota, y...

— Yo no tengo rencores hacia Richard. Lo único que quiero es que no se lamente por lo mío y no le vuelva a hacer daño a ninguna persona más. — le expliqué — no es tu culpa. No la fue y no la será nunca. A veces, la vida te arrebata a tus cercanos de la nada. Sé que duele.

— Pero tenías quince años, Craig. Eras un niño. No hubo necesidad alguna de quitarte de nuestro lado sin siquiera dar tiempo a que te despidas. Alegraste nuestra casa durante quince años y una semana, y... te fuiste. Toda la casa se apagó. Mamá todavía mantiene la luz de tu cuarto encendida pensando que volverás y... comemos arroz con brócoli los domingos. ¿Recuerdas que nunca me gustó? Pues ahora sí. Laura, Laura está ocupando tu lugar a su manera. Ella es mi alma gemela.

— Tu alma ballena. — respondí — hermano. Apaga la luz de mi cuarto, hazlo por mí y por mamá.

— Ella no lo soportaría.

— Le durará unos días, sé bien lo que hago. Cierra la puerta con llave y no dejes que nadie más entre. Con respecto a Leopold, déjalo sobre mi tumba. Hay noches donde me siento solo y quisiera estar con alguien especial para mí. Nueve años se pasan lento.

— Dejaré a Leopold sobre tu tumba, Craig. — respondió él — hermano. Si llego a tener un hijo con Laura, o con una mujer que respete mi dolor tanto como lo hace ella... prometo que se llamará Craig. Craig Tucker.

— Suena fantástico. — respondí. Mi cara se inundó con una sonrisa triste — y dile a Richard que lo perdono. A Steve y a Ryan.

— No puedes decir eso. No le diré eso a Richard. Si lo vuelvo a ver, lo mataré. Te juro que lo mataré.