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Buenos días.

Dejaron ir a mi padre temprano del trabajo. Estaba agotado, solo quería llegar a casa y comer con su esposa e hijo. La verdad, las cenas de ellos no volvieron a ser las mismas sin mí, pero tomaron la decisión de actuar como si yo estuviera ahí, felices.

Hoy, en esa mesa también los acompañaría Laura. Mamá volvió del hospital y Laura fue a revisarla poco antes de que papá se vaya al café de los Bergman, más no tenía idea de si habían hablado.

Durante el camino tropezó y casi cae, pero escuchó unos llantos de cachorro debajo suyo. Papá bajó la mirada y encontró su pie pisando la patita del perrito, así que la sacó de ahí.

— Oh, perdón, perdón, perdón. — se disculpó, mientras se agachaba e intentaba tocarlo. Era muy pequeño, no le veía más que cuarenta y cinco días. Se trataba de una cruza con labrador. Papá logró acariciar su cabello con suavidad, estaba bastante sucio — ¿Quién te abandonó aquí?

El perrito se acercó a él con ojos suplicantes y se subió a sus brazos. Papá lo acarició.

Al ver que temblaba, se dió cuenta que no podía permitir el dejarlo ahí tirado. Si se encontraba con Richard, era probable que él le pegara una patada. Había muchísima gente cruel en South Park.

Así que se lo llevó a casa. Tocando la puerta, mamá abrió y se encontró con la cara amoratada de papá y el perrito en sus brazos.

Los hizo entrar a ambos. El perrito se fue con Thomas y Laura a la habitación de este último.

— Cariño, ¿Qué te pasó?

— Me encontré con Richard. — mamá tragó saliva y continuó desinfectando la herida.

— ¿Te hizo algo?

— Solo me golpeó en la cara, es todo. Si no tuviera límites lo hubiera matado. — papá suspiró. Mamá le dió un beso en los labios apenas acabó — ¿Qué vamos a comer, amor?

— La comida favorita de Craig. Arroz con brócoli, ¿Te parece? — papá asintió, con una sonrisa.

— ¿Y después te puedo comer a tí? — mamá rió por el comentario y llenó de más besos a papá.

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— El perrito es adorable. — comentó Laura, mientras, sentada en la cama, acariciaba el cachorro — ¿Nos lo podemos llevar a Dakota del Norte cuando vivamos juntos? Por fis.

— Soy alérgico a los perros, amor. — se lamentó Thomas.

— Oh. — soltó Laura. Luego, lo miró a él — pero... a que te gustaría tener una mascota. O hijos, ¿Qué dices?

— Un niño y una niña. Hermosos como tú. — Laura lo miró con ojos de amor y le dió un beso rápido. Thomas le continuó. Amaba hacer eso con ella. Que ella inicie con un pico y él con una sesión. Eran, de todos modos, polos opuestos. Laura era el sol, y Thomas la luna.

Los besos acabaron cuando mamá tocó la puerta. Thomas le permitió pasar.

— La comida ya está lista, chicos. — comentó mamá — Laura, ¿Puedo hablar contigo?

— Por supuesto, señora Tucker. — respondió ella.

Nuera y suegra en el pasillo. Eran dos almas similares, con una dulzura que las caracterizaba.

— Lamento tanto como te traté la primera vez que te vi. Fuera de que eres el apoyo emocional de mi hijo, me salvaste la vida. Te debo mucho.

— Señora Tucker, yo...

Eclipse ▸South Park Fanfic◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora