𓆝 𝟑𝟏 𓆝

140 13 74
                                    

𓆝

Buenos días.

Habían muchas características que desde pequeño mi hermano poseía. Una de ellas era que, cuando estaba de mal humor, le costaba levantarse. Por eso, cuando mamá se fue de la casa, se volvió a recostar en la cama al lado de su novia e intentó dormir rodeándola con sus brazos.

La noche de ayer había sido intensa, romántica. Un momento donde Thomas se olvidó de mí y de que estar al lado de su novia había sido a cambio de mi vida. Por instantes quería que fuese al revés. Quería volver a esas noches donde me aparecía en su cuarto para dormir con él porque tenía miedo de las historias que él mismo me contaba para asustarme cuando pequeño.

Ser el hermano mayor de un discapacitado fue devastador para su relación con mis padres. Papá y mamá centraron toda la atención en mí cuando Thomas más la necesitaba, (nueve años al momento de mi diagnóstico), y él prácticamente fue mi niñero en el instituto.

Durante la primaria, había días donde algo en mi rutina cambiaba y al cambiármela entraba en crisis. Me daba golpes en la cabeza y lloraba de una forma incontrolable. Se había vuelto costumbre que llamasen a mi hermano para calmarme, él era la única persona que con su sola presencia ya solía decirme que todo iba a estar bien.

Confiaba plenamente en él pero Thomas, de ese entonces nueve años, me despreciaba por haberle robado toda la atención de papá y mamá.

"Un día tuve una crisis tan fuerte que inclusive me grabaron. Grité, me tumbé al piso y lloré. Fue, literalmente, una semana antes de tener diagnosticado mi autismo y la razón por la que mis padres decidieron investigar mi perfil psicológico.

Mi hermano, como ya lo había hecho antes, fue y se paró en frente mío. No recuerdo absolutamente nada de ese momento, solo llorar, sostener mi cabeza la cual estallaba y tener la visión borrosa, como si realmente no pudiera controlar lo que hago.

— Craig, vamos. — me dijo. Seguí llorando y esperé que él viniese y me levantase por su cuenta, pero hoy parecía estar fuera de sí, de sus casillas — me tiene harto.

— Es un niño problema. Ya se lo he dicho, director. Quizá la mejor opción es expulsar...

— Escúcheme, usted a mi hermano no le habla así. — le interrumpió Thomas de la nada. Tanto el director como el profesor lo miraron — mi hermano es un niño tranquilo. Son ustedes quienes lo rechazan por su personalidad. — el director suspiró.

— Thomas. — Thomas escuchó al director. Él me miró y luego se pasó la mano por la cara, intentando buscar las palabras adecuadas — dile a tus padres que vengan para otra charla. Y vete con el niño. Procura que se relaje.

Salí de la manito con Thomas del instituto y él todavía no podía creerse de que el director prácticamente lo echó.

Yo ya estaba mucho más tranquilo, ya que confiaba en mi hermano y normalmente me sentía mucho más tranquilo con él. No obstante, creo que ese día mi hermano se enojó de más. Me dió un empujón apenas pisamos el pavimento que me tumbó al piso. No reaccioné, solo lo escuché.

— ¡¿Por qué haces todo este escándalo, Craig?! ¡¿Tienes algún problemita mental?! ¡¿O por qué eres tan berrinchudo?! ¡Eres un niño malo, malo! ¡Y mis papás no me creen, pero un día sabrán lo mal niño que eres! ¡Arruinaste mi vida!

Levanté la mirada y observé los ojos de mi hermano. Parecían asesinarme, tener mucha rabia acumulada. Las palabras no me salían porque directamente, yo no hablaba. Pero recuerdo sentirme triste, aunque me costaba mucho expresar como me sentía. Solo lo continué mirando.

— ¡Desde que naciste, todo el cariño de papá y mamá fue hacia tí! ¡Te odio, Craig! ¡Te odio! ¡Ojalá nunca hubieras nacido!

Parpadeé unas cuantas veces y lo abracé. Thomas me intentó separar de él, pero no lo logró y finalmente me dejó estar ahí.

— Te odio. — soltó Thomas, más ahora sus afirmaciones parecían contener mentira — suéltame, no quiero verte. — y con un pequeño empujón, prosiguió a caminar hacia casa. Quizá su infantil mente de nueve años se imaginó que me podía abandonar ahí sin consecuencias, pero de todos modos lo seguí por detrás. Mi hermano se paró en seco cuando se percató de que lo continuaba siguiendo. No volteó a verme — ¡¿Qué no escuchas?! ¡No quiero verte! ¡Quédate aquí!

— Foca gris. — solté. Mi hermano giró a verme.

Me tambaleaba como solía hacer cuando estaba pensando, pero Thomas lo interpretó mal.

— ¿Me estás diciendo que estoy gordo?

— Foca gris. Mamífero pinnipedo de la familia Phocidae. Normalmente están en el atlántico norte. Se parece a tí. Pero hay focas albinas que son pelirrojas y de ojos azules como tú. Pueden ser rechazadas por su colonia como tú, probabilidades 1 de 100.000. Pero si tú me proteges siendo foca gris o foca albina rusa, yo te protejo siendo orca. ¿Trato?

Thomas arrugó el entrecejo. Jamás, en su vida, me había escuchado hablar tanto.

Normalmente le resultaba insoportable. Pero ahora era hasta tierno. Se acercó a mí, tímido, y me rodeó con sus brazos para abrazarme. La diferencia de altura era bastante, por lo que mi cara quedó hundida en su pecho.

— Existen 19 tipos diferentes de focas, son capaces de durar 2 horas sin respirar aire y descienden de animales terrestres. Además, para tener crías necesitan estar...

Thomas se sintió fatal después de esto. Resulté ser la persona que más quiso durante toda su vida."

Sí, a la semana me diagnosticaron autismo. Yo era una persona que no hablaba mucho pero que escuchaba atentamente todo y observaba todo con curiosidad. Por ello, fui capaz de escuchar perfectamente lo que le dijeron a mi hermano sobre mi "discapacidad".

— Tu hermano padece del espectro autista. Es una condición donde el cerebro se desarrolla diferente al del resto de los niños y todavía están investigando bien de que se trata. Thomas, te pedimos bien que cuides a tu hermanito. El mundo es un lugar cruel, que no está listo para la singularidad de Craig. Quizá en unos años pueda mantenerse solo, pero... recuerda que solo tiene cinco añitos, y tú nueve. Ya eres un niño grande.

Mucha responsabilidad para un muchacho de la edad de mi hermano. Aún así nunca se quejó.

𓆝

Habían pasado unas cuantas horas desde que mamá dejó la casa y papá se fue a trabajar. Entonces, más o menos pro el medio día, Laura se despertó y despertó a mi hermano a base de caricias. Él entreabrió los ojos y la miró.

— Es tarde, dormilón.

— Estaba de mal humor, Laura. Lo siento. — susurró. Laura sonrió y plantó un beso en sus labios.

— Anda, que tenemos que pegar los folletos del perrito. — Thomas no sonrió. Su cara demostraba una nostalgia bastante evidente — cariño, ¿Qué pasa?

— Soñé con un recuerdo que tenía con mi hermano, Laura. — respondió Thomas — ya me he decidido. El día en que me encuentre a Richard de frente, le volaré la puta cabeza.

La rabia lo estaba consumiendo y era triste pensar en que los bonitos recuerdos que tenía conmigo, ahora solo eran eso. Recuerdos.

Mi hermano no podría juntarse conmigo de mayores a reír un rato.

Mi hermano no podría hablar de anécdotas de nuestra infancia con mis sobrinos o con mis hijos.

Y sobre todo, aunque no tuve necesidad de enviarlo conmigo para despedirse de mí, creo que un recuerdo fue eficiente para que por fin decidiese hacer las pases consigo mismo.

Mi muerte y mi espectro nunca iban a ser su culpa. 

Nota de Akemi:

Disculpen la mediocridad, estoy en un bloqueo creativo y con mucho estrés. Espero estén teniendo un bonito día. 💙

Eclipse ▸South Park Fanfic◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora