Eclipse ▸South Park Fanfic◂

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Buenos días.

Linda está acurrucada en los brazos de su ahora novio. Lo único que desea, es conciliar el sueño después de rato sin hacerlo.

Quiere verme en sueños porque es lo único que la motiva a seguir adelante al día siguiente. Linda está triste, me gustaría mucho poder estar con ella para al menos poder sacarle una sonrisa.

A quién se le ve extremadamente contento, es a Stephen. Se entiende el porqué. Ha conseguido a la mujer más hermosa, dulce, e inteligente que conocerá jamás. Perderla sería el error de su vida. Lastimarla también.

El olor de Stephen no es uno con el que Linda esté familiarizado. Si bien huele a Axe, no es lo mismo a mí. Yo solía usar desodorante de mujer y como he sacado los genes de mamá, tampoco tenía mucho olor. (los asiáticos no sueltan olor con el sudor, y tienen mucho menos vello corporal.

Vivo era algo que me acomplejaba. No me veía lo suficientemente masculino y era por eso que no le atraía a las chicas. Sí, era flaco y alto, tenía rasgos bonitos pero no era peludo ni con carácter fuerte. Creo que durante su vida, le hicieron más caso a mi hermano que a mí.

Linda me hacía sentir el hombre más guapo del mundo y lo único que deseaba era que Stephen la hiciese sentir la misma manera. Lo mínimo que ella se merecía por ser el ángel que era.

Mientras Stephen estaba roncando como una moto que no arranca, Linda no podía pegar ojo más no le dijo nada. Continuó pegada a su pecho, rezando con que su cuerpo la traicione y la duerma automáticamente.

Me acerqué a ella, a pesar de que no puede verme, y me le quedé viendo. Es hermosa.

— Me gustas y te extraño horrores, Linda. — susurré. La figura se acercó a mí y acarició mi hombro.

— Y estoy segura que ella gustaba de tí con locura, Craig.

Nunca me había dado cuenta de que me dolía estar muerto. Sí, ya nada me dolía físicamente, pero no tenía a nadie que quería a mi lado y eso dolía.

— Figura, ¿Por qué las personas están tan tristes sin mí? Mi sueño de pequeño era que mis amigos y familiares fallecieran después que yo para que nunca tenga que verlos irse. Y ahora estoy así. — le dije. La figura se acercó a mí y acarició mi espalda — ¿No hay forma alguna en que pueda volver? No me refiero a... ya sabes. Volver en mí. Me refiero a poder reencarnar, podría... no sé. Llegar en el próximo hijo de mamá y papá, o... reencarnar en uno de mis sobrinos. O quizá, no sé, ser un perro. Solo no me quiero alejar de la familia que me tocó en esta vida.

— Cielo, solo existe un alma por persona. Pero, mi amor. A pesar de que tus padres no desean tener más hijos, prometo traerte de nuevo a la tierra en cuanto nazca el próximo integrante de tu familia.

— No quiero estar muerto, todos mis sueños, mis amigos, mi familia. Sufren por mí, y Richard, Richard continúa ahí afuera. ¡Ryan también! ¡Y Steve! Seguirán con sus vidas, y yo... yo...

— La muerte es hermosa de cierto modo. Une personas. Solo mira como ha estado tu hermano desde que te fuiste.

— Mal, mal figura. ¡Mal! — le grité — me siento miserable, no creo poder aguantar nueve años así. Algo tiene que suceder. Haré lo que sea, por favor.

Como si algo de compasión hubiese salido de la figura, ella explicó su plan.

— Craig. Tú sabes que te amo muchísimo, ¿No?

— Quiero volver, no, no, no...

— Craig.

— ¡No, no, no! ¡Quiero volver, quiero volver!