one shots- ateez

unrequited

Woosan.
Sad, romance.

WOOSAN

Su mirada estaba totalmente clavada en el pelirrubio. Veía como se abrazaba con su hyung, como si fueran amigos de toda la vida. Sabía de la gran amistad que poseía wooyoung con Seonghwa. Igual así, no podía evitar hervir en celos al ver la forma en la que era tratado por el mayor. El rubio siempre era cariñoso con todos, pero tenía cierta excepción con su persona.

Tal vez choi estaba mal interpretando a su menor. Su personalidad era extrovertida y demasiado afectiva. Aunque cuando estaba con el, se sentía diferente.
No le costó mucho darse cuenta de los sentimientos que desarollo por Jung.

No iba a negar lo in-negable.

¿Mis sentimientos serán correspondidos? Era la pregunta que el pelirosa se hacía siempre. Estaba al tanto de que había un millón de contras.
Por ejemplo; estaba atiny, la empresa y como era de esperarse, el grupo.

Wooyoung abrazaba y besaba la mejilla de park. Y por su parte, San no dejaba de verles. Sin intención de nada, solo callando el horrible nudo en su vientre. 

—para hombre... —choi se sobresalto por la repentina llegada de song —si sigues viéndolo así lo vas a desaparecer —este rio por el comentario —¿Por qué no le dices?... — pregunto mientras se sentaba a su lado. San le miro confundido.

Mingi podía parecer tonto pero no lo era. Solía observar bien a San y le fue muy fácil entender la situación. No era muy obvio, pero sabía que temía a decirle lo que sentía. Los ojos de su amigo brillaban al ver a wooyoung. En cambio el también temía lo mismo, wooyoung era alguien afectuoso con todos y en ocasiones podía parecer que insinuaba algo más. Pero no era así.

—¿D-de que hablas? —choi se acomodo en el suelo dónde ahora ambos estaban sentados.

—vamos San... —el alto dirigió su vista al pelirosa —no hay que ser inteligente para darse cuenta de cómo le ves, ¿Tienes miedo,verdad? —el rostro de song estaba calmado, Dispuesto a ofrecer su ayuda.

—¿Tan obvio soy? —su mirada calló al suelo mientras su amigo negaba —es solo que...

—es difícil, lo sé... —interrumpió al contrario —a veces tenemos miedo al rechazo o simplemente no tenemos las agallas para confesarnos —ahora era él, el que bajo su mirada.

Ese sentimiento tan doloroso para el ser humano le pasaba a todos. Tarde o temprano, siempre llegaba a sus vidas.

—gracias... —le sonrió gentilmente.

Nunca imagino que song acertará en su problema. Se levantó del suelo al mismo tiempo que su compañero. Mingi se dirigió junto a yunho mientras que el se disponía a salir de la sala de práctica. Caminaría un rato, tal vez así su mente se despegaría. Hacia frío así que antes de retirarse tomo su chaqueta y se la colocó, cerrando la cremallera hasta su barbilla.

Ya en las calles emprendió su camino sin rumbo. Se colocó un gorra y un cubrebocas. Lo que menos quería era que armarán un alboroto al ver a choi San de ateez solo en las calles de Corea.  Paro al encontrarse con una banca, exactamente frente a una fuente. Sentándose en ella, con su vista fija al frente. No noto que alguien se sentó a su lado. Solo cuando esté le extendió un vaso de café americano.

—¿Que haces aquí wooyoung? —pregunto San igual recibiendolo.

—lo mismo pregunto, fui a comprar un café a Starbucks y te vi aquí —se encogió de hombros —asi que pensé en traerte uno

—no hacia falta.. —el rubio le miro, esperando una respuesta —solo nesesitaba despejar mi mente —el otro asintio.

—san... ¿Estás interesado en alguien? —esa pregunta tomo por sorpresa al mencionado —no es que quiera entrometerme...solo tengo curiosidad.

—en realidad si... —su vista volvió a perderse en esa fuente tan conocida —pero creo que no soy correspondido —hizo un vago intento por sonreír —¿Tu?

—tambien...Sabes que confío mucho en ti ¿verdad? Por eso quiero contartelo—el pelirosa asintio sin dejar de mirar al frente —que pensarías si te dijera...que estoy colado por alguien del grupo —jung miro al perfil del chico esperando respuesta.

—no podría decirte con certeza, nadie elige de quién se enamora —eso iba también para si mismo.

—y ¿Si la persona que me gusta es seonghwa-hyung? — pregunto aún sin apartar su mirada del perfil contrario.

Los orbes de ajenos se abrieron demostrando su sorpresa. Apareció el horrible nudo atorado en su garganta. Un dolor en su pecho, así como si le clavasen una daga en el mismo.  Su corazón dolía, se reprimió a si mismo.

Las lágrimas que atacaron con salir fueron obligadas a encerrarse ahí mismo. Sentía esas horrible ganas de querer correr a los brazos de su abuela. Así como cuando era un niño. Cuando los demás le molestaban y su abuela le preparaba galletas para alegrarle. O como cuando aquel chico rompió su corazón en la adolescencia y su abuela lo consoló. Le escucho llorar y le aconsejo.

—¿san?

—yo...n-no se... —quería llorar, sabía que si seguía hablando se rompería ahí mismo.

Sus lágrimas pudieron más que el.  Intento contenerse pero ya era tarde, aquellas gotas ya estaban mojando sus mejillas. El rubio lo noto e iba a preguntar que se debía esa reacción. Pero San ya se encontraba levantándose y alejándose de ese lugar. Su mente estaba nublada, escuchando los gritos del otro chico que le seguía mientras llamaba su nombre. Se puso a pensar en cuan horrible hubiera sido si se declaraba y este le rechazaba. Sería aún peor que lo que estaba ocurriendo ahora.

"Hay personas que no te van a corresponder tus sentimientos, así como tú no corresponderán los de otros"

Las palabras de su abuela le pegaron fuerte.

"San, quiero que encuent#res a un chico que te ame y te respete como te mereces"

Esas fueron las últimas palabras de su abuela en el hospital. Una semana después su estado empeoró y lamentablemente su abuela falleció.
Era su única familia y la había perdido. Estaba solo y ahora con su corazón totalmente destrozado. Ahí acabaría todo. Su amor no sería correspondido y el debía aceptarlo. A pesar de estar lastimado, no podía obligar a alguien a amarle.

Lo comprendió.

                               ...

Holi. Aquí dejo otro y bueno. Las notas que dejaré no serán largas ya que no tendre mucho que decir.