Minjoong

386 15 11
                                    


Cada vez que te veo, no puedo respirar, mi cuerpo comienza a temblar y quiero más de ti, tanto como si fueras el oxígeno que respiró, ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué juegas con mis sentimientos sabiendo que no podemos? Te miro a la distancia y tengo ganas de correr a tus brazos, tomarte y fundir mi pecho en el tuyo, quiero gritarle al mundo que eres mío, que me perteneces aunque no seas un objeto, necesito que nos unamos en uno solo, ¿Acaso eso es enfermizo? No lo creo, porque te deseo tanto que si me pidieran que me alejara de ti, mataría hasta el último hombre por tenerte siempre a mi lado, regaría sangre por cada desagüe con el fin de dejar a mis labios recorrer tu tersa piel y disfrutar con deleite el hermoso olor que tu cuerpo emana, te necesito tanto que podría morir.

Te vuelvo a mirar.

Estás ahí parado, con una sonrisa mirando al cielo. No puedo detenerme, mis impulsos son más fuertes y acabo acechando desde las sombras. Camino los mismos pasos que tú, disfrute del mismo aire que tú pero de un momento a otro, te lo arrebato; mi mano se coloca sobre tu boca y nariz con aquel palo blanco que había comprado media hora antes, porque eres tan majestuoso que nunca podría tocarte con un trapo viejo y usado, tú necesitas ser inigualable, necesitas que todo lo recién creado sea tuyo, te mereces el mundo y yo voy a dártelo. Siento como vas forcejeando para zafarte pero no puedes, soy más imponente que tú, soy mas fuerte que tú, tengo más equilibrio que tu, soy lo que tú te mereces y ¿Yo? Yo no te merezco pero te deseo tanto que no puedo imaginarte al lado de alguien más, simplemente tienes que ser mío para siempre.

Tus manos dejas de hacer fuerza, tu cuerpo comienza a adormilarse y siento como el veneno va haciendo efecto, no te matará, claro que no usaría algo que te hiciera ese daño, solo te hará ver estrellas un rato mientras te llevo a nuestro nuevo hogar, aquel dónde seremos felices y tendrás una buena familia, conmigo, formaremos una vida juntos y te amare mucho, seremos como Romeo y Julieta.

Lo prometo.

Las calles suelen ser muy desoladas en la madrugada, aún así debo ser precavido, nadie puede vernos, ellos intentarán robarte de mi lado y yo no permitiré eso, nunca dejare que me aparten de ti porque te amo, te amo tanto Song mingi. Conduzco en la oscura carretera donde no pasa ni un alma, aún queda un largo trayecto pero puedo hacerlo, vamos a llegar y seremos felices, muy felices. Viviremos lejos de ellos y nadie podría hacerte daño, no mientras estés a mi lado, me harás el hombre más afortunado del mundo y yo te haré feliz.

Sé que con el tiempo entenderás que todo es por tu bien, que lo que estoy haciendo es solo para protegerte y no hay nada en este mundo que me haga sentir mejor que saber que tu estás a salvó.

Los primeros meses van a ser difícil, no me sorprendería que intentes escaparte, puedo con ello, pero no te dejare salir. El mundo es peligroso y aterrador, no estás listo para vivir en el, y tampoco creo que lo estés en un futuro, es por eso que te cuido de esta manera, te mantengo en casa para que nadie sepa de ti y no intenten lasti.arte.

Ya lo entenderás.

—Corazón, ya llegué. —entre de hacer las compras del mes, llamándote.

Las cosas se han arreglado mucho desde que estás aquí, estoy tranquilo y me agrada la relación que tenemos, somos felices Mingi, por fin somos felices. Admito que al principio intentaste escapar un par de veces pero no sé si fue porque recapacitaste o por aquella vez que te golpee cinco veces con aquel florero de porcelana en la cabeza hasta dejarte sangrar, cariño, no me culpes, debía castigarte por tu mala actitud y estaba enojado.

Nunca debes morder la mano de quién te da de comer.

—Hongiie, ya llegó... —llegaste corriendo, usabad aquella falda rosa pastel que te regale para nuestro aniversario, las medias blancas hasta los muslos y ese hermoso croptop celeste que venía en conjunto, haciéndote lucir tan lindo, tan sexi.

—si y te he traído un regalo... —mencione, pude ver tus ojitos brillar cuando lo mencioné y no me resisti a darte un beso en esos gruesos labios que me tomaban tan bien. —como has Sido un buen pollito y te has portado bien, te compre algo que has querido desde hace tiempo, en realidad, son dos cosas... —tu rostro se llenó de ilusión y no pude hacer más que dejarte abrir tu regalo.

Con cuidado fuiste desenvolviendo hasta encontrar aquel vestido floreado que te había gustado de la revista Dior, también esos hermosos tacones Balmain que tanto te gustaron, admito que fue un regalo muy caro pero valió la pena cuando ví esas hermosas lágrimas salir de tu ojitos, estabas tan feliz. Asentí cuando me miraste con esos ojitos que pedían a gritos querer probartelo y no veía porque no así que solo te deje, viendo cómo mirabas atentamente todo antes de empezar a desvestirte frente de mi, dejándome ver esas hermosas bragas de conejito que te había comprado en alguna ocasión. Tu cuerpo es magníficamente perfecto, tienes proporciones dónde tienen que estar y a pesar de haber subido un poco de peso, sigues viéndote totalmente hermoso.

El instinto me gano cuando ese vestido estuvo puesto, dejaba ver hermosamente tus clavículas y eso me exitaba aún más, aparte de que lo compre mucho más pequeño porque quería que tu tracero quedará ajustado y se te ve justo como me lo imaginé; por eso me impide hasta tomarte de las caderas y apoyarme contra tu espalda, haciendo que tu cuerpo se recostara en la isla de la cocina, me aleje un poco disfrutando esa enorme vista, pero me detuve cuando sentí tu llanto.

—¿Que pasa? —te pregunté, sin entenderte.

—No me gusta cuando hongiie hace esto, duele... —dijiste.

Esas palabras no debitaron hacerme enojar tanto pero lo hicieron. Te tome fuertemente del cabello y te hice arrodillarte, te ves tan bien de arriba.

—¿Asi que no te gusta cojer conmigo? ¿Quieres que otro te coja? —agarre más fuerte, viendo cómo llorabas y negabas. —eso creí, vete a la habitación porque voy a castigarte...

(...)
1123 palabras
30/01/24

Heeee, no me pregunten
Bye.

 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora