I like kid

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⚠️PEDOFILIA

IMPORTANTE; les recuerdo que es ficción y en ningún momento estoy aprobando, normalizando o romantisabdo algo como esto y ustedes tampoco deberían, tendrían que saber separar la ficción de la realidad.
Leer bajo su propia responsabilidad y con totales discreción.
En lo posible sean mayores de edad y si no lo son y lo leen, no me hago cargo de padres o familiares molestos.
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Sanhwa
Tema delicado, leve smut.
Seonghwa; 27. San; 12.

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La campana sonó exactamente a las doce en punto, cómo todos los días. Se suponía que el ya había acabado su turno hace más de una hora pero seguía en su auto, esperándolo. Park seonghwa de veintisiete años, era profesor de japonés en una de las mejores secundarias, solo para hombres. Al principio pensó en renunciar a ese trabajo e irse a busan, pero aquel niño se lo impidió.

Le era inevitable no sentirse atraído por ese chico, ese tierno pelinegro. Sabía que estaba mal pero no podía simplemente alejarse, no quería hacerlo. Sus ojos divagaron entre la infinidad de adolescentes que salían de aquella tortuosa institución, buscando a su pequeño. Nunca se acercaba, solo lo veía desde lejos y lo llevaba a casa, no de forma física pero cuidaba que nada le pasará en el camino.

Reconoció al chico de mechon blanco al instante, despidiéndose de sus amigos con una hermosa sonrisa de hoyuelos. ¿Acaso podía ser más tierno? Estaba jodido. Choi San, ese era su nombre; un niño de doce años que cursaba su primer grado de secundaria en una institución totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. Tenía un pequeño mullet negro con un mechón blanco en la parte frontal. Unos hermosos ojos cafés con pestañas largas, esos labios rosados y finos que hacían querer comerlo a besos, Dios y, esa sonrisa de hoyuelos que dejaba al descubierto su perfecta dentadura.

Cada vez que lo veía no dejaba de pensar en lo lindo que era, sobre todo, lo bonito que debía ser desnudo. Su cuerpo era una verdadera obra de arte, demasiado desarollado para un niño de su edad. Lo que más llamaba la atención de park era su cuello blanco y poblado de pequeñas pecas, dandole ganas incontables de morder y chupan cuánto pudiera. Era tan bonito, el verdadero fruto prohibido que no debía tocar, lo sabía pero mierda, quería joderse en el puto infierno.

Desde el primer día que lo vio pasar por el umbral de su clase, supo que lo iba a tener a sus pies. San era un gran estudiante, por lo menos en su área. Era muy bueno en japonés, tenía una muy buena pronunciación y memoria para recordar, también poseía una escritura muy prolija del idioma y eso le encantaba. Era un niño que lo daba todo por aprender, a demás de ser muy respetuoso y eficiente. Y si, era el primer menor que le llamaba la atención. Muchas veces intento hacerse la idea de que estaba mal, que eso no era correcto porque, ¿Que profesor se fijaría en su alumno? ¿Que hombre adulto se fijaría en un niño? Pero el no tenerlo lo estaba torturando.

Haría que fuera suyo.

Park creía que era un simple capricho, talvez deseo sexual. Solo sabía que el imaginarlo debajo suyo, con sus piernas abiertas mientras gemía, era la imagen mas perfecta. No entendía el porque quería todo de ese niño pero estaba seguro que lo obtendría, así le esperara varios años tras las rejas.

El pequeño colgó su mochila al hombro y empezó a caminar hacia su casa, eran ocho cuadras. Podía tomar el metro pero prefería ir a pie, algo tonto sabiendo la distancia. San siempre menciono que le gustaba mantener en movimiento su cuerpo, incluso en las rutinas que debía pasar a japonés lo hacía saber. Algo que amaba el profesor era ello, el echo de que siempre trataba de ser lo más saludable posible.

 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora