yunsangwoo

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Smut.

...




La música clásica resonaba en quel pequeño establecimiento, dandole un toque sofisticado. Personas bien vestidas charlaban con compas en mano, actuando amables como si no fueras avaricioso, hambrientos de poder y algo más. Sonreían amiguamente olvidando que eran completos enemigos entre si.

––El rey jeong yunho. ––anuncio el jefe de ceremonia.

El resonar de la suela de sus zapatos  se hizo escuchar, haciendo ceder a los pequeños murmullos de aquel salón. La vista de todos los trajeados cayeron sobre el y su imponente presencia, haciendo una reverencia completa a quien domaba a todos. Algunos miraban con sorna a su gobernante y cierto repudio por sus decisiones más nunca podrían opinar o acabarían con su cabeza colgada del techo.

Dio pasos lentos hasta posarse frente a toda su audiencia, sentadose en aquel trono decorado de un armazón de oro puro con su corona en impecable estado. Miro a todos por arriba del hombro, sabiendo que la mitad de los que estaban alli eran una completa careta falsa que le prometían respeto cuando ni lo toleraban.

––Rey jeong yeosang y Rey jeong wooyoung. ––volvio a anunciar, dandole paso a los dos reyes.

Yunho era uno de los reyes mas criticados de su dinastía, por el simple echo de tener dos esposos. Cuando era tan solo un aprendiz para ser rey, se enamoró perdidamente de ambos. Sus dos esposos eran totalmente diferentes, como dos mitades y eso era lo que le encantaba, porque ambos hacían uno solo.

Yeosang era muy tranquilo y maduro, tenía el fuerte de la palabra cuando debía y se necesitaba, también era muy bueno dando consuelo con estás. Un buen amante de los libros y la moda, siempre encantado con llevar prendas lujosamente estilisadas por el, un gran dote si se lo preguntaban. No era de utilizar cariño al hablar, valían más las acciones para el y aunque no siempre le decía te amo a sus dos esposos, los amaba de sobre manera.

No obstante, wooyoung era todo lo contrario; siempre riendo y jugueteando por el palacio, un niño en definición. Amaba elogiar a todos con palabras, así como amaba ayudar a la servidumbre en la cocina, preparando platos encantadores para sus esposos. El contacto físico era su lenguaje, siempre siendo melosos y besadoles. Reía cuando yeosang lo corría diciendo "me dejas baba" cuando sabía que después el mismo pediría besos. Wooyoung era muy entusiasta y divertido, amando con locura todo lo extremo.

Ambos eran diferentes y se acoplaban el uno al otro, haciendole entender a yunho que lo amaban a su manera. Por ello, al rey no le importo las criticas o opiniones ajenas en cuanto se tratase de su "rara" relación, el anuncio felizmente su casamiento con quienes -ahora- eran sus reyes, a quienes más amaba.

Los nombrados hicieron presencia en el salón, sentadose cada uno en un trono echo exactamente para ellos a cada lado del rey. Sonrieron a cada uno de los invitados reales, incluso si la mayoría los odiaba, más las chicas que alguna vez quisieron tomar la mano del -en ese entonces- principe.

––Buenas noches a todos. ––hablo yunho. ––espero disfruten de esta gran ceremonia de compromiso, dónde me entrego totalmente a quienes ahora son mis reyes. ––dijo, recibiendo una sonrisa de parte de sus esposos.

Todos hicieron reverencia para luego volver a sus respectivas charlas y disfrutar de esa noche.

(...)

La madrugada había caído rápidamente, los amigos de la familia e invitados de la realeza ya se habían ido. El reloj dando las dos de la madrugada, yeosang y wooyoung se hallaban quitando aquel maquillaje que tanto tiempo les había tomado, lavando sus caras y colocando sus pijamas para ir directamente a su cama tamaño king, mientras yunho salía de la ducha.

Este camino con la toalla enrollada en su cintura hasta el inmenso vestidor, en busca de su pijama pero entes de entrar se quedó mirando a sus esposos. Yeosang leía un libro como cada noche antes de dormir y wooyoung estaba sentado mirándolo, esperado a que fuera a la cama, eso hizo que se acercará a la cama, aún goteando de su cabello, se sentó en la orilla y beso los carnosos labios de su esposo.

––Quiero... ––susurro el pelirosa.

––¿Que es lo que quieres? ––yeosang abrazo al mismo por detrás, dejando pequeños besos en su cuello.

Cuando se trataba de sexo, wooyoung siempre era quien tomaba el rol pasivo, decía que era porque le encantaba ser consentido por ambos. Sus esposos no se quejaban, amaban consentirlo y darle lo que mas le gustaba, woo era su niño.

Yunho devoraba sus labios con fervor mientras el rubio se embelesaba con el moreno cuello, mordiendo y chupando a su paso, encantados con los pequeños gemidos de su pequeño. Aquel camisón fue lanzado fuera de su cuerpo, dejando su completa desnudes ante sus esposos, lo cual no era problema, porque amaban verlo así.

Para cuándo los tres estuvieron desnudos y sus cuerpos se frotaban el uno con el otro, los gemidos fueron gritos. El pobre de wooyoung estaba siendo atacado por todas partes, sintiendose lleno al tener a yunho penetrado su trasero sin compasión y su boca totalmente llena, siendo jodida por yeosang.

Sus piernas temblaban y juraba que no hablaría en unos días, incluso así, se sentía totalmente bien, encantado con lo que estaba recibiendo. Disfrutaba de ser la perdición de ambos hombres, dando todo por dominarlo y el orgulloso de ser dominado.

––l-los quiero a los d-dos... ––susurro como su garganta le permitió.

––¿Que pensarían todos si escucharán a su rey hablar así? ¿Si vieran a su pequeño rey pedir que sus dos esposos lo follen juntos? ––el tono provocativo en la voz de yeosang lo calentó de sobremanera.

El rubio tenía un gran gusto por manipular cuando se trataba de la cama, hacia que su vocabulario sucio te embelese y pierdas la cordura, nada parecido al rey yeosang que nunca hablaría de esa forma en público.

––P-porfavor~ ––suplico.

Ambos mayores sonrieron gustosos con aquel ruego, cambiando de posición. Yunho salió dejando un vacío en el interior del pelirosa, se acostó boca arriba sentadolo sobre su regazo, haciendo que le dé la espalda al rubio quien solo veía como yunho volvía a adentrarse. Yeosang se masturbo un poco para que su lubricante natural se extendiera por su falo antes de posicionarse detrás de wooyoung y alinear la punta de su miembro en la entrada ya ocupada.

––Respira hondo pequeño. ––susurro yunho, dando caricias a sus caderas.

Yeosang entro de apoco, escuchando los quejidos de su niño y besando su cuello para distraerlo un poco. Cuando ya estubo totalmente dentro, ambos comenzaron a moverse lentamente para no lastimarlo, sintiendo cómo el manojo de nervios se expandía a cada movimiento.

Jadeos, gemidos y gruñidos eran los que inundaban la habitación, siendo emitidos con tanto placer. La velocidad había aumentado y ahora wooyoung saltaba sobra ambas pollas sin que alguien pudiera pararlo y es que ninguno quería, disfrutaban a sus pequeño tomando sus falos y apretandolos.

––si! SI! MIERDA SI! ––gritos salían de la pequeña boca del aquel al que su próstata estaba siendo maltratada sin piedad.

Mordiendo sus labios, se apiadaban de alguna servidumbre que estuviera en los pasillos a esa hora. Los tres estaban a punto y no podían contenerse, iban a tocar su climax. Los besos y mordidas en el cuerpo del pelirosa siguieron mientras el mayor de todos lo masturbaba rápidamente, sin dejar de maltratar su entrada.

Wooyoung fue el primero en venirse, largando tiras de semen sobre el abdomen y pecho de yunho, los dos mayores le siguieron, explotando en su interior. Con las pocas fuerzas que les quedaban, se recostaron uno al lado del otro, tratando de respirar nuevamente.

––Los amo. ––confeso yunho.

––Nosotros a ti. ––contesto yeosang por ambos, ya que wooyoung se había dormido.

Ambos lo miraron con ternura, lo besaron y en un abrazo, dejaron que el sueño los arropara.

(...)

 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora