woosan- sansang

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El divorcio.

Los papeles fueron puestos sobre la mesa con un ruido sordo en esa habitación, estamparon contra la pulcra madera sin consideración. No tenían un origen o eso creía, su esposo los soltó de sus manos sin darle explicación alguna por lo que San los tomo y leyó tan solo el breve título.

"Acta de divorcio"

--¿Qué es esto wooyoung? --pregunto confundido, no lo entendía.

El pelirosa lo miro inexpresivo, venía tiempo pensando en esto y en su relación, ya no daba para más.

--Quiero el divorcio, --solto con veneno, entendía que era mejor ser firme ante estar situación. --se que duele pero, lo nuestro ya no dava para más y conocí a alguien, nos venimos viendo hace unos meses, encerio lo quiero. --termino.

Sintió como cada uno de sus pilares que habían Sido formados en estos siete años de matrimonio, se desmoronaban poco a poco. Su mundo se vino abajo sin comprender porque le dolía tanto en el pecho, era su esposo lo amaba.

Dejo que las lágrimas cayeran, preguntándole al hombre porque lo abandonaba más lo único que recibió fue una mirada indiferente y un "Ya no te amo" que dolió aún más, quemó y destrozó su corazón en pedazos. Ardía de una forma indescriptible, verlo irse por esa puerta con su maleta en mano y escuchar el "no quiero nada de ti" lo dejo echo añicos.

Durante sus años de matrimonio nunca hubo problemas, hasta estos últimos meses dónde literalmente las discusiones se hicieron presentes, pero, Todos los matrimonios discutían, ¿No?

Aun así y con su dolor, se echaba la culpa por no ser suficiente, por no detenerlo aquella noche y dejar que se fuera sin darle más explicaciones, por permitir que otro hombre se lo quitará. Aún no firmaba el acta de divorcio, no se sentía listo para hacerlo aunque hallan pasado tres meses de eso, ¿Cómo podía hacerlo?

Su cuerpo no tenía la misma fuerza que antes, quien iba a decir que una noticia así pagaría tan fuerte al punto de quitarte el apetito. Sus ojos estaban apagados, nada parecido a las estelas brillantes que siempre reflejaban y ni hablar de las enormes bolsas moradas que caían bajo estos. Sus labios resecos y agrietados por la deshidratación y su piel pálida como papel, le daban aires de cadáver.

No recuerda muy bien los días en los que viene sin poder levantarse de la cama, solo sabe que sus amigos están preocupados y que posiblemente pueden despedirlo. Tampoco recuerda muy bien cuando fue la última vez que comió algo decente. No sabe que fecha u hora es, solo está ahí, tumbado en la cama mirando la ratonera que aún sigue adornada con aquellos cuadros del -ya no- matrimonio.

Los papeles aún siguen sobre la mesa de la sala, no los a tocado desde aquella noche en la que lo vio marcharse, solo están intactamente quietos, esperando a ser firmados por alguien que obviamente no quiere. ¿Por qué? Porque si lo hace, perdería cualquier tipo de contacto con wooyoung y aunque está tan lastimado, aún lo ama.

"Conci a alguien más, ya no te quiero"

Las palabras pegan fuerte, resonando cómo disco rayado en su cabeza. Los recuerdos de la última noche lo persiguen, espera do desquitarse horrible mente con su utilizada y menospreciada alma. Las escenas más desgarradoras para quien tuvo y obtuvo un corazón, mismo que rompió el suyo en mil.

A veces se preguntaba, ¿Cómo sería si su sangre drenará de sus venas? Así como el dolor drenaba todo su cuerpo. Quería cerrar los ojos y no despertar, hacer como que nunca sucedió y fingir que aún sigue al lado del amor de su vida, porque es lo que era, su primer y único amor, según su nefasta conciencia.

Solo quería desaparecer.

(...)

Las decisiones son difíciles de tomar y aunque ya han pasado cinco meses, aún no a firmado esos papeles, siguen intactos sobre la mesa. Miraba la hoja con dolor en sus ojos, creyó que lo tenía todo en la vida, creyó haber encontrado al ser con quién podría convivir el resto de sus días pero no parecía ser así, todo lo contrario, parecía querer demostrarle que sus acciones fueron mal obradas.

 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora