jongmin

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Fluff.

-Mingi escribe poemas en una libreta para su crush, pero perdió su libreta-

-Mingi escribe poemas en una libreta para su crush, pero perdió su libreta-

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El sol era bonito, tan hermoso que sentías poder derretirte con su calor pero igual así, a Mingi le gustaba. Sus brazos extendidos se pegaban a la madera de esa pequeña mesa de salón de clase, al igual que su mejilla, la cual se hallaba reposada sobre la mesa. Sus ojos estaban cerrados respirando con tranquilidad, quería ir a casa para aprontar sus maletas, en tan solo una semana acabarían las clases y su padre le prometió llevarlo de vacaciones a la playa.

Su lugar favorito.

Mingi amaba muchas cosas pero sentir el agua fresca combinada con la arena en los pies, era la mejor experiencia que alguien pudiera vivir, era perfecto. Muchas personas preferían el invierno, estar acurrucaditos junto a algún amigo o pareja y comer mientras ven tv, pasándose calor el uno al otro pero el no. Bueno, si pero esa persona con la que soñaba esas cosas ni lo registraba.

Cuando esa risita tan conocida para el se escuchó, Mingi se levantó de golpe mareandose un poquito. Diviso a la persona que traía su corazón acelerado y corazones se formaron por su propia cuenta en sus ojos, ¿Cómo podía ser tan lindo?

––Ta! San, no jodas loco, te dije que no. –– renegó el choi menor.

––Pero- jongho! Eres mi primo, no puedes hacerme esto, tienes que decirle a mi mamá que me deje. ––puchereo. ––si voy contigo cree que estoy seguro.

––san, no voy a mentirle a la tía. ––dijo para luego ignorar el millón de súplicas de su primo. Quería que lo acompañase a un evento de autógrafos porque estaría un actor de kdrama que le gustaba.

Todos conocían a los primos choi, literalmente eran muy guapos y talentosos; San era modelo en sus tiempos libres y siempre decía que lo hacía por hobbie, que lo que más le gustaba era bailar y también era muy bueno. No obstante, jongho, el solo se dedicaba a existir pero ya con eso tenía a, literalmente, todo el colegio detrás de él y es que esos ojitos almendrados y esa sonrisita de gominola encantaban a todos.

Mingi miraba la ancha espalda de jongho y suspiraba, era tan fuerte.
Se preguntaba como sería si puediera confesarle su amor, ¿Le correspondería? ¿Lo rechazaría? No lo sabía pero tampoco iba a averiguarlo, no tenía agallas
Tan atento en su chico que no noto que alguien lo estaba llamando.

––Vo' Mingi! Llevo una maldita hora llamándote pelotudo. ––grito hongjoong en su oído. ––¿Se puede saber porque no me contestas?

Todos voltearon a ver de dónde provenían los gritos, incluyendo a los choi, lo que más le dió vergüenza a Mingi. Jongho lo estaba mirando y el no aguanto con tanto, entendía que hongjoong estuviera enojado por su distracción en el teléfono pero, ¿Era necesario frente a todos? Frente a jongho.

 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora