love is not love

1.8K 25 2
                                    

Hongjoongxti.
Angst, fluff, Leve mención de palabras vulgares,

HONGJOONG

Te sentías muy mal. Estabas siendo tan cruel al jurarle lealtad cuando ni siqueira pensabas en el. Tu misma podías definirte cómo toda una zorra. Desde un principio sabías que esto estaba mal, que no debías hacerlo porque lo lastimarias. ¿Quien en su sano juicio se reobolcaria con el hermano menor de su novio?

La familia Kim era una de las más amadas de todo el vecindario, por lo que la noticia de tu relación con el primogénito mayor no se hizo esperar. Todos estaban al tanto de tus tres años junto a Kim beomjoong pero nadie sabía lo que hacías con hongjoong cuando el no estaba.

La primera vez solo fue un "desliz", estabas borracha y el caliente. Nada más. Aún así, no pudiste evitar seguir teniendo aquellos íntimos encuentros, esta vez conciente. Te sentías mal por tu novio porque sabías que el era un chico muy cariñoso y respetuoso, alguien que en serio te amaba. Tu también lo hacías o eso creías.

Las cosas con tu cuñado se fueron de nivel. Al principio solo eran encuentros sexuales pero luego pasaron a ser salidas, como si fueran citas y después fines de semanas juntos. No te costó mucho entender que estabas desarollando sentimientos por tu cuñado, aparte de lo sexual. Eso era un problema. Tampoco te sentías bien en engañar a tu pareja pero era mucho peor saber que lo que sentías por el, se estaba desvaneciendo.

—Jinhya ¿Todo está bien? —la voz de beomjoong te quito de tus pensamientos, esos que se enredaban haciendo estragos en tu cabeza.

Estabas en una cena familiar junto a tus suegros. No hace mucho estos se habían enterado de la noticia y querían conocer a la novia de su hijo. Claramente, sin saber que también disfrutabas con el otro. Hablado de el, no lo habías visto en toda la cena. ¿Dónde estaría?

—Si, solo estoy un poco cansada pero estoy bien —le sonreiste y aún así, pudiste notar el rostro preocupado de tu pareja. —encerio estoy bien.. —reafirmaste, tomando sus mejillas entre tus manos.

—No estoy conforme con ello jagi —beomjoong aún se veía preocupado por tu pequeña mentira —le diré a hongjoong que te lleve a casa —aviso, levantándose de la mesa.

Tu no entendiste porque los nervios se descontrolaron y comenzaste a temblar. Claramente no podías negarte porque sabías que beom era muy sobreprotector y no le gustaría que te fueras sola en un taxi, menos en la noche. Tragaste fuerte. Eso significaba que tendrías que ir sola en el auto de hongjoong, S-O-L-A.

Los viste aparecer por el umbral, siendo el menor que se adentro primero. No debías temer pero la sonrisa triunfante en su rostro te hizo descolocar completamente.

—¿Te sientes mal noona? —te cuestiono con esa sonrisa sacarrona de siempre y un tono de voz tierno que odiabas. Hongjoong era solo dos años menor que tu, a diferencia de los tres que le llevaba a su hermano.

Solo asentiste, pues de tu boca no podía salir palabra. Con ayuda de tu novio tomaste tu bolso y saliste en dirección al auto. Aquel Mercedes Benz negro, en el que lastimosamente pasaste tantos encuentros. Un gusto amargo se poso en tu garganta, sintiendo lastima por lo considerado que era tu novio. Te sentías culpable por herirlo de esa forma, sobre todo, con su hermano menor.

Miraste a tu novio, quien te ragalo un hermosa sonrisa, aquella que te había cautivado la primera vez que lo conociste. Ahora la maldecias porque era la misma que poseía el peliazul. El se acercó a ti y dejo un pequeño beso en tus labios. Sonaría muy mal pero de alguna manera, no sentiste nada. No como antes.

—Joongie te llevará a casa ¿Si? —asentiste —descansa bien cariño. — esta vez dejo un beso en tu frente. Le sonreiste para disimular el mal gusto y te subiste en el asiento del copiloto.

Tu cuñado aún no había subido al auto y tú lo agradecidias, pues querías tener unos minutos sola para respirar.  No pasaron más que dos minutos cuando el peliazul se montó en el coche, dándote una hermosa sonrisa. El auto encendió y se puso en marcha. No sería un viaje largo, tal vez unos quince minutos si no había tráfico.

El silencio era incómodo. Por tu mente pasaba la única idea de no querer estar ahí. Los recuerdos de errores anteriores regresaban y deseaste no tenerlos pero ya los habías cometido. Tus aletras volaron al sentir la mano llena de anillos en tu pierna, recordando lo bien que se sentian alrededor de tu cuello.

El semaforo se puso en rojo y te diste cuenta que el viaje demoraría más de lo que esperabas. No creías que un viernes a la noche la scalles centrales estuvieran llenas, pero lo estaban y lo odfiabas.

—Estas tensa jinhya —hablo. Aquel tono de voz delicado pero que a la par de la exitación se volvía tan robusto y varonil —tu no te sientes mal. —acabo.

—Hongjoong, por favor. —suplicaste. Rezándole a lo que sea que existiera porque no comenzará. —basta... Ya hermosa hablado de eso. —le remarcaste, recordando su última conversación en la que le dejaste claro que eras la novia de su hermano, aunque hubieras preferido omitir el sexo antes de ello.

Aunque quisieras no podías, lo intentaba pero no lo lograbas. Había algo en tu cuñado que te obligaba a seguir, aún sabiendo que estaba mal.

—Termina con el. —dijo, sorprendiendote. —sabes que no lo amas. —su vista estaba fija en las calles mojadas, sin apartar su mano de tu pierna.

—Hongjoong, no pue...

—Si puedes! —interrumpio. —claro que puedes, solo que tienes miedo a lastimarlo, pero tú no lo amas. —dijo. —ambos sabemos que los que se aman, somos nosotros. —finalizo con una hiriente verdad.

Tu no amabas a beomjoong, tu lo amabas a él. Te encantaba su escandalosa risa, sus pesimos chistes, sus gestos cariñoso -que no eran muchos- hasta las pocas veces que decía algo romántico, sin contar que te encantaba intimar con el. Tu amabas a Kim hongjoong, no a su hermano.

Patética. Eso eras.

—Se que no está bien, es mi hermano también pero tampoco podemos engañarnos. —prosiguió —y es mejor decirle nosotros a qué se entere de otra forma y lastimarlo aún más. —dejo un leve apretón en tu muslo.

Tenía razón. Si beomjoong llegaba a enterarse por otro lado, a pesar de que ambos eran muy cuidadosos, estaría devastado. Sabías que el no se enfadaría, el te amaba y prefería tu felicidad sobre la de el. Igual así, también te dolía herirlo pero no podías hacer nada.

—hongjoong, te amo... —dijiste, tomando sus labios entre los suyos. No te importo el echo de que el semáforo había cambiado o las bocinas de los demás autos pidiéndoles que avanzarán.

Seguramente a nadie le sentaría bien ello, pero hongjoong tenía razón. No podían seguir engañandose a si mismos, no podías seguir jurandole amor a beomjoong si no sentías nada por el. Lo querías, pero no como lo que alguna vez fueron.


...
Este es un pedido anónimo de una de mis amigas.
Espero les guste.



 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora