hongsang

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Smut.

Oh vamos! Eso no podía ser cierto, aquel imbécil lo había dejado en el medio de la carretera, a la una de la madrugada en un maldito terreno baldío. Bueno, en realidad, Kang lo pidió y es que el muy hijo de puta se atrevió a tocarlo sin su consentimiento.

Todo iba bien, luego de la fiesta un amigo de su amigo, lo llevaría a casa pero no, el muy imbécil puso su mano en su muslo y lo iba subiendo más. Yeosang no se caracterizaba por ser una persona violenta, al contrario, era un amor de persona pero cuando cruzabas sus límites lo habías perdido por completo.

El solo le gritó que era un degenerado asqueroso por intentar tocarlo sin su consentimiento y el otro lo llamo "puta", pero, ¿Quien mierda se creía ese idiota? No era una puta, solo no quería ser tocado por un acosador como el. Mientras el otro conducía iban discutiendo, ya hastiado le pidió que parará el auto y lo dejara bajar pero creyó que no lo haría, que no sería tan hijo de puta.

Se equivocó.

Ahora estaba ahí, temblando, con frío y su teléfono a medio morir y sin señal, todo era el colmo. Caminaba a paso lento, restando llegar a algún lugar con vida y no aparecer en las noticias a la mañana siguiente.

Una luz lo segó, un auto paso a contra mano y el se asustó pues no era nada lindo estar en esa situación, temia que algo le pasará. Camino unas dos cuadras más pero sentía sus piernas temblar por el frío y el alcohol que había consumido, no era mucho pero si lo suficiente como para tenerlo un poco mareado, aunque aún conciente.

Otro auto paso casi atropellando su pequeño cuerpo al no verlo y hubiera sido así, de no ser porque Kang se lanzó hasta el mojado pasto de un costado. Vio como el chófer del auto se bajaba y se asustó un poco pero vale, le valía mierda.

––Lo siento. ––disculpo el chico a quien no pudo verle la cara por la oscuridad.

––¿Que te pasa idiota? ––se levanto limpiando su ropa, un poco húmeda por el pasto. ––¿Acaso te enseño a conducir una vaca? Puerco.

––No hay que ser tan violento, no te vi y ya te pedí disculpas. ––respondió el otro. ––aparte, ¿Quien camina solo a estas horas por aquí? Te puede pasar algo, déjame ayudarte.

Obviamente Kang se negó pero el chico seguía insistiendo, por lo menos en llevarlo a un hospital para ver si algo le pasaba. Después de tantos problemas en una sola hora, yeosang accedió, ya estaba harto de todo y quería llegar a su casa a dormir o alguna cama disponible. No volvería a salir con wooyoung de nuevo.

Se subió al auto de el extraño que casi lo atropellaba, este quiso ayudarlo pero claramente yeosang le dejo en claro que el podía solo. El motor arranco y junto este, los chicos emprendieron el camino de más de diez kilómetros hasta el hospital más cercano, estaban en una zona remota.

Durante unas cuadras el ambiente fue muy incómodo, yeosang se dedicaba a mirar por la ventana y el desconocido que no conocía, obviamente, concentrando en el camino.

––¿Que hacías aquí solo? ––pregunto el chico. ––oh, disculpa, mi nombre es hongjoong. ––se presento con una sonrisa.

Kang podría decir que el chico era guapo; tenía unos bonitos ojos, nariz empinada al igual que su mentón, labios finos y una tes algo canela a diferencia de la suya. Era muy atractivo de echo y parecía de su edad.

El pelimenta lo miro, bueno, a su perfil, sin querer decirle nada. ¿Sería vergonzoso si le contaba lo que pasó? Tal vez, se sentía un poco asqueado aún, sabía que aquel chico estaba borracho igual que el pero, eso le trajo tantos recuerdos que el aire habia comenzado a faltarle dentro de ese auto.

 one shots- ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora