gracias

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POV. NATALIA

Iba tan tranquila corriendo por la mañana, a mi ritmo porque con la rodilla aún no podía correr como antes, cuando me choqué con alguien y caímos las dos al suelo. 

- Ai, lo siento, no te vi.- Dijo la chica levantándose. 

- No, lo siento yo, iba distraída.- 

- ¿Eres Natalia?- 

- Mhm, si...- 

 - Soy Sabela.- 

- Ah, ya me han hablado de ti. Encantada de conocerte.- Dije sonriendo. 

- ¿Siempre sales  correr?- 

- Es la primera vez que salgo desde que me rompí la pierna, pero antes salía casi cada día. ¿Y tú?- 

- Yo intento salir cada día también.- 

- Pues si quieres ya tienes acompañante, aunque necesito unos días para volver a ser yo.- Dije riendo. 

- Bueno, yo siempre voy muy lenta.- 

- ¿Quieres ir mañana?- 

- Venga, a las siete en las puertas de la uni.- 

- Perfecto. Oye, vamos a ir a desayunar algunos del grupo, ¿Quieres venir?- 

- Claro, ¿Donde?- 

- En la cafetería que está al lado de la facultad de derecho, siempre vamos ahí.- 

- ¿Y a que hora?- 

- No hay hora, tu dúchate, te arreglas y vas, que seguro que hay alguien.-

- Vale, pues muchas gracias Natalia.- 

- Que va, a ti.- 

- Que no mujer.- 

- ¿Oye y como sabías que era yo?- Le pregunté mientras volvíamos  a la residencia. 

- Porque me enseñaron una foto tuya.- 

- Seguro que uno en la que salgo fatal.- 

- Es imposible que salgas mal en una foto.- Dijo Sabela riendo.

- ¿En que habitación estás?- 

- En la 105.- 

- Hostia, estás al lado nuestro. Alba está en la 110 y yo en la 111, y Miki en la 115.- 

- Hostia, que casualidad. Alba fue la primera con quien hablé.- 

- Es muy maja.- 

- De no ser por ella no estaría aquí, y seguiría sola.- 

- Sé como te sientes.- 

- Es que el primer día no sabía donde ir, y vi a una chica rubia con cara de sueño y le pregunté a ella. Luego resulta que iba a la misma clase y me presentó a sus amigas, y luego al resto del grupo menos tú.- 

- Ya, es que tuve que ir a Pamplona.- 

- Lo sé, me lo explicaron, siento mucho eso.- 

- Gracias.- Dije sonriéndole. 

- Eres más alta de lo que pensaba cuando me dijeron que eras alta.- 

- Es que de pequeña bebí mucho actimel.- 

- Ni qu lo digas.- 

- Bueno, nos vemos en un rato.- Dije cuando llegamos a las habitaciones. 

Entré en la mía, me duché, cogí la mochila y salí hacia la cafetería. 

pequeña gran revoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora