pequeña gran revolución

solo ruido

POV. MARÍA

- Alba se pensó que Luz era la novia de Natalia.- 

- Bueno, yo sé que a Luz le gusta Natalia, pero no hay nada entre ellas que yo sepa.- Dijo Miki dándole un sorbo a su cerveza. 

- ¿Tu crees que van a volver?- 

- No lo sé. Yo por lo que sé, a Natalia no le importaría. Tuve una conversación con ella de que ella por su parte ya había solucionado sus cosas, y que este tiempo le ha venido genial. Pero se piensa que Alba ya ha cerrado esa etapa entonces Natalia no quiero meterse ahí porque va a salir mal.- 

- Son imbéciles, Alba está igual.- 

- Yo calculo que para el 2051 volverán.- Dijo Miki riendo.

- A este paso seguro.- 

- Pero creo que es mejor no presionarlas y que sean ellas mismas, porque luego puede ser peor. Lo que si que podemos hacer es intentar que vengan las dos en las quedadas del grupo, así se ven más.- 

- Como se nota que estudias medicina, que inteligencia la tuya.- 

- Eso es porque soy un hombre.- 

- Miki no es propio de ti decir esto eh.- Dije riendo, habiendo pillado la broma. 

- Bueno, hoy vienen las dos, a ver que pasa.- 

- Voy a estar con prismáticos.- 

- Buenas.- Dijo Alba sentándose a mi lado. 

- Hombre, mira quien aparece.- Dijo Miki riendo. 

- Que oportuna.- Le dije a Miki. 

- ¿Ya me estabais criticando?- 

- Siempre Reche, parece mentira que no nos conozcas.- 

- Que idiotas sois.- 

POV. ALBA

- Oye Alba, ¿Por que no hablas con Natalia?- Me preguntó María. 

- ¿De que?- 

- Eso eso.- Le apoyó Miki. 

- La conversación que tuvimos, que me explicaste un por qué de tus comportamientos al final de la relación con ella.- 

- Mari pero eso ya está cerrado.- 

- Pero es que el barco podría volver a flotar!- 

- Si, y yo podría empezar a volar también.- Dije riendo. 

- Pero al menos como amigas, porque es que estamos todos mal por la situación, un poco divididos.- Dijo Miki. 

Y en eso tenía razón, hacía mucho que no quedábamos juntos todos, excepto el otro día y ya está. 

- Ya pero es que no quiero que me mande a la mierda.- 

- Es Natalia, no te va a mandar a la mierda.- Me dijo Miki. 

- Ai pero es que sois unos pesados.- Me quejé. 

- Encima.- Se quejó María también. 

Poco a poco fueron llegando todos, menos Natalia obviamente. 

Quedamos en hacer una acampada el fin de semana, tal y como era tradición en nuestro grupo. 

El tema estaba en que necesitaban que viniese Natalia porque necesitábamos los tres coches, pero si iba yo ella no iba a ir. 

Así que muy a mi pesar me tocaba quedarme, aunque todos insistieron en que fuera, yo me negué con la excusa (y no tan excusa) de que sino Natalia no iría.