pequeña gran revolución

el momento

POV. NATALIA

- Lo siento.- Dijo Alba mirando al suelo. 

- No pasa nada.- Dije levantándome para quitarme la ropa.

Me cambié, recogí el vómito del suelo y cambié las sábanas.

Mientras Alba estaba en una esquina mirando al suelo. 

- Me voy a duchar.- Dije metiéndome en el baño. 

No sé como no había vomitado yo también después de que literalmente me haya vomitado, pero bueno. 

Cuando salí de la ducha Alba estaba sentada a los pies de la cama, y volvía a no despegar la vista del suelo. 

- ¿Cómo estás?- 

- Lo siento.- 

- ¿Por qué?- 

- Por la que he liado.- 

- No pasa nada.- 

- Lo siento.- 

- Pero que no pasa nada mi amor.- Dije agachándome delante suyo y acariciándole las rodillas. 

- Soy una mierda.- 

- No lo eres, son cosas que pasan Albi. ¿Quieres dormir la siesta un rato?- 

- Vale.- 

- Venga, vamos.- Dije tumbándome con ella al lado. 

- Gracias.- 

- Alba, de verdad que no pasa nada.- 

- Es que me siento una niña de 3 años.- 

- Pero que no pasa nada, peor soy yo cuando me pongo mala. Sólo es vomito, ya ves tú, voy a ver medico, así me voy entrenando.- Dije consiguiendo que sonriera un poco. 

- Ya pero que asco.- 

- Eso no te lo voy a negar.- Dije riendo. 

- Ya lo sé ya.- 

- Anda, vamos a dormir.- Dije pasando un brazo por debajo de Alba para abrazarla. 

- ¿Qué haría yo sin ti?- 

- Se te comería el vómito.- 

- Eres una asquerosa Natalia, que lo sepas.- 

- Y lo dice la que me ha vomitado encima.- 

- Jo Nat, que ha sido sin querer.- 

- Ya lo sé.- 

- Buenas siestas Nat.- 

POV. ALBA

Picaron a la puerta y Natalia estaba tan dormida que ni se enteró, así que me levanté para abrir. 

- Buenas.- Dijeron Miki y María entrando. 

- ¿Qué hacéis por aquí?- 

- No te acerque mucho rubia, que no queremos estar mal.- Dijo María. 

- ¿Esta dormida?- Preguntó Miki mirando a Natalia. 

- Vaya pregunta más estúpida.- Dijo María riendo. 

- Estaba cansada, que esta noche la he despertado y todo.- 

- Pobre.- Dijo Miki.

- Que mala eres.- Dijo María riendo. 

De repente Natalia se levantó corriendo hacía el baño y cerró de un portazo. 

- Que susto.- Dijo Miki llevándose una mano al pecho.