sueños lentos, aviones veloces

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POV. NATALIA

- Estoy nerviosa.- Dije nada más Alba abrió la puerta. 

- Todo va a ir bien, ya verás. Anda, pasa que aún estoy haciendo la mochila.- 

- Vale.- Dije sentándome en su cama. 

- Vienes conmigo en el coche de Miki.- 

- ¿Quién lleva el otro coche?- 

- Damion.- 

- Ah vale.- 

- Ala, ya estoy. Vámonos.- 

- Vamos tarde.- 

- Lo sé.- 

- Me van a odiar. Creo que es mejor que me quede.- 

- Nat.- 

- Me llamo Natalia.- 

- Perdón. Natalia, mírame.- 

- ¿Que?- 

- Ei, relaja el tono conmigo.- 

- Lo que tú digas.- 

- Natalia.- 

- Estoy nerviosa.- 

- Ven.- Dijo Alba abriendo sus brazos para que le diera un abrazo. 

- Lo siento.- 

- No me hables así.- 

- Lo sé, lo siento.- 

- Vamos va.- 

- Vamos.- 

Caminamos en silencio hasta el sitio done habíamos quedado, donde ya estaban todos. 

Me empezaron a mirar con sorpresa, y algunos hasta mal. 

- Buenos días.- Dijo Alba saludando. 

- ¿Qué hace esta aquí?- Preguntó María. 

- Viene conmigo.- Dijo Alba. 

- Ni de coña.- 

- María, ya.- Le dijo Miki. 

- ¿Tu lo sabías?- Le preguntó Julia a Miki. 

- Algo sabía.- Dijo Miki cargando las cosas de Alba y mías en su coche. 

- Flipo.- 

- ¿Cómo estás?- Me preguntó Marta. 

- Ahí vamos. ¿Y tu?- 

- Bien.- Dijo mirándome como intentando descifrarme. 

Llegamos a la hora de comer y sacamos la comida que habíamos traído. 

Nos sentamos en un mantel de picnic en círculo. Yo estaba entre Miki y Alba. 

- Esto..- Dije rompiendo el silencio y sintiendo todas las miradas en mi. 

- ¿Que?- Dijo María. 

- Lo siento, os debo una disculpa a todos. He sido gilipollas, y quiero empezar de cero y esta vez bien, si me dejáis claro.- 

- ¿Por que eres o eras así?- Preguntó Marta.

- Bueno, no me gusta hablar de esto, pero os debo una explicación, aunque sé de sobras que esto no me justifica. En Pamplona no tenía amigos, es más, la gente de mi clase siempre me hacían daño, se metían conmigo, me llegaron hasta a pegar. No encajaba en ningún sitio, y eso que me cambié de cole, pero se repitió lo mismo. El caso es que me encerré en mi misma, fue horrible, y por eso también vine aquí, para escapar de ahí. Pero decidí que aquí quería empezar sola, para evitar que me hicieran daño, pero estar sola es una mierda, llevo toda mi vida estando sola. Y cuando aparecisteis, no supe como gestionarlo, me invadió el miedo y decidí adoptar esa actitud de mierda y alejarme. Lo siento.- Dije sin respirar y noté como Alba me pasaba la mano por la espalda, haciéndome saber que estaba ahí. 

pequeña gran revoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora