pequeña gran revolución

inteligencia emocional

POV. NATALIA

Estaba en el hospital, en urgencias concretamente. 

¿Qué que había pasado?

Que por culpa de Alba me había roto un brazo. 

A dos días de irnos a Elche a pasar las navidades. 

¿Y que como había pasado?

Pues estábamos con nuestros amigos en el parc de la Ciutadella, en el césped, y Alba empezó a intentar hacer el pino con Julia y Marta. 

Miki y yo nos pusimos a hacerlo de verdad, porque los dos sabíamos.

Y en un arrebato de los de Alba me hizo un placaje cuando estaba haciendo el pino, haciendo que cayéramos las dos encima de mi brazo. 

- Yo de ti la mataba.- Me dijo Miki riendo, quien me había llevado al hospital. 

- Ya lo haré cuando llegue.- Dije subiendo al coche. 

- Ahora todas las fiestas con el brazo escayolado, que putada.- 

- La parte positiva es que tengo una arma blanca, con esto puedo pegar a alguien.- 

- Utilizala contra Alba.- Dijo Miki riendo. 

Volvimos a la residencia y me fui a la habitación de Alba. 

- Nat.- 

- Hola.- Dije señalado mi brazo, que estaba con un cabestrillo. 

- Lo siento mucho.- Dijo Alba abrazandome. 

- No pasa nada Albi.- 

- Jope que mal.- 

- ¿Vemos Coco?- 

- Todo lo solucionas con Coco.- 

- Claro. Oye hay que mirar billetes de ave, porque no puedo conducir.- 

- Ala es verdad, nos ponemos a mirarlo ahora.- 

- Vale.- 

- Es que soy una bruta.- 

- Eso no te lo voy a negar, primero me rompes una pierna y ahora un brazo. ¿Lo próximo que será?- 

- El corazón.- 

- Espero que no.-

- Antes me lo romperás tu a mi yéndote con otra chica o chico cuando te canses de mi y conozcas a alguien mejor.- Dijo Alba mirando al suelo, sabía que no lo decía en broma por mucho que haya intentado que sonase así. 

- Ei Alba, mírame.- 

- ¿Que?- 

- Deja de pensar eso porfi. No me voy a ir con nadie que no seas tú, y me da igual si alguien es supuestamente mejor, yo te quiero a ti y ya está. No quiero estar con nadie, si quisiera ya lo hubiese hecho, y sigo contigo. Así que deja de pensar en esas cosas.-

- Vale...- 

- Te lo digo de verdad.- 

- Lo sé, lo siento. Te juro que cada vez lo pienso menos, pero a veces... no sé...- 

- No pasa nada, ya sé que cuesta. Pero poco a poco, a mi mientras vayas avanzando me da igual el ritmo, voy a estar contigo.- 

- Gracias.- Dijo Alba abrazándome. 

- Te quiero.- 

- Y yo a ti, mucho.- 

- Pero yo más.- 

- No sé como me aguantas, con mis estupideces, mis torpezas y mis rayadas e inseguridades.- 

- Porque perdí el ticket y no te puedo devolver.-