pequeña gran revolución

ayer

POV. ALBA

- Osea que sigues hasta las trancas.- Dijo María dando un sorbo a su cerveza. 

-Básicamente.- 

- No sé por qué no se lo dices y lo habíais.- 

- Porque ella ya no siente nada por mí, es tontería decírselo.- 

- Pero es que tu no sabes lo que siente.- 

- Bueno pues pongamos el caso de que le sigo gustando, ¿Qué pasa?- 

- Pues novias otra vez y ya está.- 

- Ya claro, para que vuelva a salir mal y acabé peor que antes, ni de coña.- 

- Mira, porque esta cerveza no se lo merece, pero sino te tiraba la caña encima.- 

- Que agresividad.- Dije riéndome y dándole un sorbo a mi café. 

- De verdad que vosotras dos me vais a volver locas, voy a necesitar un psicólogo.- 

- Venga, que llegamos tarde a clase.- 

- Hostia es verdad.- Dijo María bebiéndose lo que le quedaba de cerveza de un trago. 

- Bueno, ya pensábamos que ibais a hacer campana.- Dijo Julia cuando nos vio entrar en clase. 

- Es que estábamos hablando de elefantes.- 

- ¿Chica que dise'?- Dijo Marta con cara de no entender nada. 

- Que ando despecha.- Dije encendiendo el portátil. 

- Illo, ¿Soy la única que no estoy entendiendo nada?- 

- No Marta, yo tampoco entiendo nada.- Dijo Julia. 

Me reí al ver sus caras, porque me las imaginé con interrogantes alrededor de su cabeza como el meme. 

- ¿Y ahora de que se ríe?- Preguntó Julia. 

- El amor, que la trae loca.- Dijo María sonriendo. 

- No me digas, ¿Has vuelto con la diosa egipcia?- Preguntó Marta.

- Quita quita.- Dije riendóme al ver su cara. 

- Joder, no me ilusiones Mari.- Se quejó. 

- De verdad que no estoy entiendo nada de está conversación.- Dijo Julia. 

- Motomami motomami.- 

- Alba ya vale!- Se quejó Marta. 

POV. NATALIA

- Mira quienes llegan hoy las últimas.- Dijo Miki cuando vio a las de fisioterapia llegar. 

- Yo soy muy mía, yo me transformó.- Dijo Alba haciéndome abrir mucho los ojos. 

- Ya estamos otra vez.- Se quejó Marta mientras se sentaba entre Miki y María. 

- Que pesada es.- Se quejó María también.

- El mal de ojo que me manden me lo quito.- Dijo sentándose a mi lado. 

- ¿Te ha poseído la Rosalía o que?- Le dije. 

- Jo sé que he nascut per ser millonària.-

- Mira de verdad, que alguien la calle porque es que no puedo más.- Se quejó María haciéndonos reír. 

- ¿Pero que le ha dado?- Preguntó Joan riendo. 

- Nadie lo sabe, pero lleva así toda la tarde.- Dijo Julia.