telepatía

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POV. NATALIA

- Están buenísimas Alba.- Dijo mi abuela probando las delicias de Elche. 

- Me alegro.- Dijo Alba sonriendo. 

- Ven aquí que te de un beso.- Dijo mi abuela besando la cara de Alba mil veces. 

- Que vas a asustar a la muchacha.- Dijo mi abuelo riendo. 

- Si ella es igual.- Dije riendo. 

- Tienes que traerla más veces.- Dijo mi abuela.

- Yo me ocupo de eso.- Dijo Elena. 

- ¿Y que Natalia? ¿Qué tal en el mundo del famoseo?- Me preguntó mi abuelo mientras esperábamos a que llegasen todos. 

- No soy tan famosa abuelo, pero bien.- 

- ¿Y ya tienes novio?- Preguntó mi abuela.

- Bueno, novio como tal no. Pero algo hay.- Dije sonriendo. 

- ¿Alba?- Preguntó mi abuelo. 

- ¿Que?- Dijo Alba. 

- No, que si Alba es tu novia.- Dijo mi abuelo riendo. 

- Esto... Si...- 

- Ai menos mal.- Dijo mi abuelo abrazando a Alba. 

- ¿Qué está pasando?- Dijo Elena sin entender nada. 

- Papá les habrá dicho.- Dijo Santi. 

- No, nosotros no hemos dicho nada.- Dijo mi madre. 

- Bueno, puede que se me haya escapado.- Dijo mi padre. 

- Pero papá.- Dijo Santi riendo. 

- No lo culpéis, él me ha dicho que Natalia venía con su pareja hoy, y es de atar cabos.- Dijo mi abuela. 

- Y ya lo sabe toda la familia.- Dijo mi abuelo. 

- ¿Como?- Preguntó Elena. 

- Porque tu abuela es una bocazas.- 

- Y yo aquí histérica.- Dije bufando. 

- Histérica es poco.- Dijo mi hermana. 

- Voy a fumar.- Dije levantándome y saliendo al jardín. 

POV. ALBA

- ¿Se lo ha tomado mal?- Preguntó su abuelo en cuanto Natalia salió. 

- No pero lo que pasa es que ella lo tenía todo preparado en su cabeza, e iba con sus miedos y esas cosas, y le ha salido todo al revés.- Les expliqué. 

- Ai ahora me sabe mal.- Dijo su abuela. 

- Voy a ver como está.- Dije levantándome y saliendo con Natalia. 

- Nat cariño.- 

- Albi.- Dijo Natalia abrazándome. 

- ¿Estás bien?- 

- Me he agobiado, no me gusta que las cosas no salgan como había planeado.- 

- Lo sé. Pero se lo han tomado bien.- 

- Ya, eso sí.- 

- Tienes que vigilar un poquito con tus reacciones.- Dije cogiéndole el cigarro para darle un par de caldas. 

- ¿Se han enfadado?- 

- No, pero se han quedado sin entender mucho.- 

- Soy imbécil.- 

- Anda, entra dentro y habla con ellos.- 

- Te quiero.- Me dijo mirándome a los ojos. 

Y no sé porque pero se me humedecieron los ojos. 

pequeña gran revoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora