pequeña gran revolución

¿Qué?

POV. NATALIA

- Lo siento, pero he tenido un día de mierda, llevo 36 horas despierta y me encuentro mal. Me voy a la cama.- 

- Hola Nat.- Dijo Alba levantándose del sofá y viniéndome a dar un abrazo. 

- Me encantaría quedarme contigo a acabar de ver la película porque sé que últimamente no tenemos tiempo juntas, pero es que no puedo.- 

- No pasa nada, lo entiendo cariño. Pero cena algo antes de irte a la cama. Te he dejado sopa y croquetas, caliéntalo un poco.- 

- Gracias, eres la mejor.- Dije dándole un beso en la frente y yendo a la cocina. 

- ¿No quieres hablar de tu día?- Me preguntó Alba sentándose a hacerme compañía mientras cenaba. 

- No, por favor. Necesito desconectar. ¿Qué tal tu día?- 

- Ai hoy ha sido buenísimo, ha venido una mujer mayor, que empezaba la rehabilitación que se había roto el fémur. Y yo en mi sala, en el escritorio tengo una foto nuestra, y la mujer se ha quedado mirándola mucho rato y al final va y me dice "se nota que sois hermanas, sois dos gotas de agua" y yo me he empezado a reír y la mujer no entendía mi reacción.- 

- ¿Dos gotas de agua? Pero si somos todo lo contrario. ¿Tu que le has dicho?- 

- Que eras mi novia, no mi hermana. Y luego se ha puesto a decir que le parecía muy bien, que ella era muy moderna y me ha preguntado que si eras fisio como yo. Al decirle que eres médico ha flipado, dice que somos una pareja increíble con nuestros trabajos para ayudar a la gente.- 

- Ninguna mentira detectada. ¿Pero hermanas?- 

- Ya, no nos parecemos.- 

- Pero es que tu eres enana, yo alta. Rubia y morena, ojos grandes y de color miel y ojos marrón oscuro y pequeños. Es que no nos parecemos ni en los dientes Albi.- 

- Lo sé.- Dijo Alba sonriendo. 

- Que mal.- 

- Tienes una carita.- 

- Tengo una cara horrible, lo sé. No puedo más con mi vida.- 

- Pero mañana tienes fiesta, podrás descansar. Y sorpresa, me he pedido fiesta mañana también para estar juntas.- 

- Dios Alba, eres la mejor, te quiero tanto.- 

- Por la tarde podemos ir a dar un paseo por Barcelona si no estás muy cansada.-

- Me parece bien, pero nos pasamos la mañana en la cama, lo necesito de verdad.- 

- Claro.- Dijo Alba sonriendo. 

- ¿Tu vienes a dormir ya o te quedas un rato?- 

- ¿Quieres que te haga un masaje?- 

- ¿De verdad?- 

- De la buena.- 

- Vale.- 

- Pero no llores. ¿Qué te pasa?- Dijo Alba riendo y sentándose encima de mis piernas. 

- Me tiene que bajar la regla, y eso sumado al cansancio que llevo, estoy sensible.- 

- Ai mi amor, anda vamos que te hago ese masaje y luego nos metemos en la cama.- 

- ¿Te he dicho ya que eres la mejor?- 

- Unas cuantas veces sí.- Dijo Alba riéndose mientras recogía mis platos. 

- Alba.- 

- Dime.- 

- Te quiero muchísimo.- 

- Anda, ven aquí sensiblona. Yo te quiero un montón.- Dijo Alba abrazándome.