viento de cara

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POV. NATALIA

Me levanté antes que todos pero ya eran las nueve y pico de la mañana, así que rápidamente me puse a llevar el barco de vuelta ya que teníamos casi dos horas hasta el puerto. 

Me hice un café y puse un poco de música floja para no despertar a los que dormían fuera. 

- Buenos días.- Dijo alguien abrazandome por detrás. 

- ¿Te has caído de la cama?- 

- Que graciosa te has levantado eh.- Dijo riendo. 

- Albi, se me olvidó coger leche sin lactosa. Pero hay zumo si quieres.- 

- Vale, gracias Nat. Ahora vuelvo.- 

Cuando Alba se fue aparecieron delfines saltando, lo que me hizo sonreír instinitvamente. 

Miré a ver si venía Alba y cuando la vi subiendo le hice señas para que viniera corriendo. 

- Ala Nat, son delfines.- 

- Sí.- Dije sonrienod. 

- Que guay, son súper bonitos. Mira como saltan.- 

- Me encanta esto.- Dije pasando un brazo por los hombros de Alba. 

- Te quiero muchisimo Nat.- 

- Jo, y yo a ti.- Dije notando que se me empezaban a caer alguna que otra lágrima. 

- ¿Que pasa?- 

- Que etsoy viendo delfines, y que te quiero mucho y que estás aquí conmigo, viendo delfines en un barco.- 

- Mira que eres tonta.- Dijo Alba dandome un abrazo. 

- Esoy senisble.- 

- Ven aquí anda.- Dijo Alba antes de besarme. 

- ¿Te he dicho alguna vez que besas súper bien?- 

- Nunca.- 

- Pues besas súper bien.- 

- Aprendí de la mejor.- Dijo guiñandome un ojo. 

- Claro claro.- 

- ¿Cuanto falta?- 

- Pues debe faltar una hora para llegar. Tendríamos que ir despertando a los demás y que recogieran y limpiaran el barco.- 

- Yo me ocupo.- 

- Gracias.- 

- ¿Como te encuentras?- 

- Mejor, me duele todo pero ya no tengo ganas de vomitar.- 

- Mejor. Voy a despertarlos.- Dijo Alba dandome un pico y yendose a despertar a los demás. 

POV. ALBA

- Joan, despierta va.-

- ¿Que hora es?-

- Casi las once.-

- Hostia.- Dijo levantándose de golpe.

- Ayúdame a despertar a todos.-

- ¿Solo estás tu despierta?-

- No, está Natalia también que ya está volviendo con el barco, que tenemos que estar a las doce.-

- Uf pues menos mal que se ha levantado.-

- Pues si, venga levanta y ayúdame.-

- Voy.-

Entre Joan, Miki y yo despertamos a todos y a las doce ya estábamos ahí.

pequeña gran revoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora