Capitulo 1

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El fascinante negocio de la muerte

Mis amigos en la secundaria hablaban de lo que querían ser de adultos.

Bomberos. Doctores. Abogados. Publicistas...etc.

Yo siempre lo tuve claro, desde los doce años que fue cuando supe de la existencia de la carrera me dije... "Esto es lo que quiero hacer". Claro, a muchos les aterra, a otros les intimida...

Mi nombre es Ilenko Romanov y soy un Médico Forense. En pocas palabras... "Me gano la vida abriendo cadáveres"

Siendo un Forense en Moscú se gana sorprendentemente bien. No muy sorprendentemente de hecho, creo que cada día hay mínimo un asesinato sobre la misma calle en la que trabajo. Eso lo hace tan fascinante... siempre hay un muerto que requiere tu atención.

Desde siempre me he hallado inclinado hacia las cosas que a muchos les parecen inquietantes o terroríficas. Sinceramente, las personas se lo toman muy a pecho: Una persona viva es mucho más terrible que una muerta... al menos la primera sí puede hacerte daño.

A mis 36 años, mi vida no ha demostrado ser demasiado interesante, claro, porque convivir con fétidos cuerpos en descomposición deja de ser interesante después de un tiempo. Así que, en esta etapa de mi vida, podría considerarme una persona "Normal", aunque, a decir verdad, todos somos "Anormales", dependiendo el punto de vista de cada uno.

Sin embargo, siempre he tenido el presentimiento de que la gente no encuentra "Muy normal" el que una persona disfrute más la compañía de los muertos, que la de los vivos... como yo. Seamos sinceros, al menos los muertos tienen la delicadeza de permitir que les cuentes hasta el más aburrido de tus días y procuran no involucrarse sentimentalmente contigo para después herirte de forma cruel y despiadada...

Así que cuando era de noche y yo me hallaba sólo haciendo mi labor, no temía interactuar con mis mudos pacientes. Como la noche en que ÉLLA llegó a mi vida...

Ese día me hallaba muy atareado. Había ocurrido un homicidio múltiple en una casa al norte de la ciudad y el caso me fue encargado a mí. Tuve que realizar cuatro autopsias verificando mis suposiciones acerca de un envenenamiento en la comida, cosa que afirmé después de lavarles el estómago a la adorable familia, hallando restos de una lasaña de curiosa tonalidad. Unos cuantos análisis y el queroseno fue detectado en los aparatos.

Caso cerrado.

Me despedí de la familia mientras los guardaba en las bolsas de cadáveres y después en sus cajones musitando un "Dulces sueños" como si arropara a alguien en su cama. Ya serían sus parientes los encargados de llevárselos de aquí.

Continué con mi labor... un par de chicos (o sus pedazos) debían ser identificados después de un catastrófico choque.

Cuando apenas terminaba, me trajeron el cadáver pútrido y desenterrado de una joven de 25 años que la policía halló en un parque. Es la clase de casos duros y un tanto deprimentes que ves en las noticias y a muchos le erizan la piel... aquí en la morgue es algo de todos los días. Calculé tres meses de muerta, violación y el cruel factor de haber sido enterrada viva... el asesino era todo un bastardo experto en crueldad...

- ¿Ya terminaste con la chica? -me preguntó Chris.

Sé que no me gusta interactuar mucho con los vivos, pero Rachel es una de mis excepciones permitidas. Llegó hace sólo un año a trabajar, fresca e inocente como una lechuga. Actualmente se hallaba a mi cargo, era mi "ayudante", por así decirlo. Cabello negro, ojos grandes y azules, alta, indiscutiblemente hermosa, con cara de alguien mucho más joven de lo que es y algunas veces un poco asustadiza.

Pasión Homicida (ilemma) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora