Capítulo 30

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Última Misión


Ya habían transcurrido dos horas desde que Death hubiera contado su historia a Emma, y ésta había pasado una de esas horas llorando casi sin parar. Había salido para ir a comprar algo de comer, dejando a la ojos azules desahogarse sola. Ahora, había vuelto con comida china y ambos se habían sentado a comer en la cama.

Para ella ahora resultaba completamente normal el sentimiento de familiaridad y confort que estar cerca de Death le provocaba, y el nombrado sonreía constantemente, sintiéndose feliz por haber recuperado a su mejor amiga.

El ambiente se había relajado en sumo grado, por lo que ninguno de los dos tuvo problema en entablar una conversación seria, una vez que la joven hubiera esclarecido sus ideas y se hiciera muchas preguntas inconclusas.

-Death... -musitó de forma lenta, como si estuviera recordando aquél terrible detalle apenas unos segundos antes de mencionarlo-. ¿Dónde está Tyler...?

Sus ojos se clavaron instantáneamente en el hombre, deseando no encontrar una mirada de furia o terrible tristeza; lo que halló, sin embargo, fue un rostro ensombrecido y surcado por el dolor.

Ella temió lo peor.

-Está vivo –le tranquilizó con voz seca, revolviendo un poco de su comida con el tenedor con aire desolado; se llevó una mano al pecho y suspiró aliviada-.

Al menos eso es lo que tu tío me dijo.

El temor de ella regresó. Si Thomas solo 'le había dicho' aquello, era posible que estuviera mintiendo o que ya no fuera cierto. No sabiendo qué decir o hacer para que su amigo no se angustiara al respecto, a pesar de que ella misma se sintió muy angustiada, se sentó un poco más cerca de él.

- ¿Qué le ha ocurrido? ¿Qué pasó esa noche en el callejón? –cuestionó un poco alterada, sintiendo su corazón oprimido por el temor.

El hombre continuó comiendo, como si prefiriera hablar de aquel tema con el estómago lleno. Ella trató de imitarle, pero al poco tiempo acabó dejando la comida, sintiéndose incapaz de comer un bocado más y sin dejar de tener ganas de vomitar a causa de todos los nervios que sentía. Así que se quedó con las piernas cruzadas sobre la cama, mirando a su compañero y esperando que éste le contara al respecto.

Cuando finalmente terminara de comer, dejó los cubiertos y los platos desechables a un lado de la cama y se recostó en ésta con las manos cruzadas sobre su vientre, mirando el techo con ojos fijos y brillantes. Emma vaciló, pero lentamente se recostó a su lado, sin perder de vista su rostro.

-Todo fue mi culpa –dijo con evidente angustia distorsionando su habla en forma de un nudo en su garganta-. Thomas me envió a que terminara el trabajo de Uriel y sus hombres, una vez que supo que habían fallado y que seguías con vida. Yo estaba furioso, porque es obvio que aprovechó para intentarlo cuando salí de la ciudad para que no pudiera hacer nada por ti –giró ligeramente su cabeza sobre la almohada, mirándola; su mano se posó en su mejilla-. Pero decidí pretender que le era fiel, y acepté su misión. Sin duda estaba esperando que me negara, para así tener un pretexto para matarme a mí también...

-Ese hijo de...

Guardó sus palabras, apretando los dientes y tomando el dorso de la mano de su amigo para apretarla con fuerza. Ésta trató de tranquilizarle, dándole una pequeña caricia en la mejilla con su pulgar.

-Te hice la promesa de que seguiría con él –retomó con más calma, para evitar que ella se tensara de más-. Así que acepté la misión con la intención de continuar en su nómina y poder acercarme a ti de alguna manera –entonces un brillo de tremendo arrepentimiento se reflejó en sus ojos-. Me sorprendí al darme cuenta de que...justamente el médico era quien te había rescatado –al escuchar hablar de él, Emma no pudo evitar bajar su mirada hasta el mentón de Death con rapidez-. Pero me sorprendió más el que Tyler fuera su vecino.

Pasión Homicida (ilemma) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora