Epílogo

176 9 2
                                    


Capítulo narrado por Emma James:

Creo que para poder contar toda mi historia y con lujo de detalles necesitaría escribir un libro.

Uno con muchas palabras, capítulos y páginas. Y probablemente sería uno muy aburrido. Aunque tal vez pienso así porque los libros en general nunca me han gustado, o porque ya he tenido suficiente de mi propia historia como para querer relatarla desde un inicio. No creo que alguien me fuera a creer que todo lo escrito fue real de todas formas.

He pasado por muchas cosas a lo largo de mi vida y tal vez he tenido más de los momentos malos que de los buenos, pero todos por igual influyeron al cien por ciento para que hoy en día tenga el presente que tengo.

Y por tener lo que hoy tengo, no cambiaría absolutamente nada.

Estoy muy consciente de que los últimos meses de mi vida seguramente han sido los más problemáticos de todos; sin embargo, creo que también vienen siendo los mejores. En este tiempo perdí y conseguí muchas cosas, pero lo que más disfruto son los amigos que gané, los buenos ratos que pasé, y sin duda, haber conocido a esa persona importante.

Definitivamente, lo más relevante de estos casi ocho meses es que me he enamorado, y como jamás lo había hecho. Nunca creí que algo tan magnífico podría ocurrirme a mí. Haberme equivocado en eso me alegra mucho.

Es cierto que, a excepción de mi mejor amigo, antes no había convivido lo suficiente con las personas como para poder enamorarme, pero estoy tan segura de mis sentimientos como de que respiro. También es cierto que lo conocí en la forma más extraña que pudo haberse presentado, pero de no ser así probablemente él nunca habría llegado a mi vida.

Es único en el mundo. Es algo tosco y rudo, no expresa sus sentimientos con palabras, pero sin darse cuenta es atento, cariñoso, entregado. Antes jamás había tenido el placer de conocer a alguien como él. Y saber que encima de todo él siente lo mismo que yo, me hace la persona más feliz del planeta.

Puede que la gente lo dude, pero en realidad tenemos muchísimas cosas en común.

Y sabiéndolo tan excéntrico y especial... bueno, creo que me estoy dedicando un enorme halago.

- ¿Me das una mano, Emma?

Me había perdido en la vista del edificio al cual acabábamos de llegar, pero la voz que me buscaba me trajo de vuelta, y al instante me giré para ver a mi dios griego favorito sentado en el asiento trasero del auto del cual yo acababa de bajar. Mi puerta estaba abierta, pero él no podía salir a causa de la pesada caja que tenía sobre las piernas y la puerta de su lado del auto estaba cerrada lo que le impedía pararse.

- ¡Perdona! -corrí, a abrirle por completo la puerta.

-Está bien, Ved'ma. Déjalo- dijo saliendo del auto y dedicándome una de sus tantas miradas sombrías que estremecen mi piel.

Físicamente, hay que decir que es un hombre muy atractivo, que destila dominio. Me doy cuenta de cómo la gente se intriga con su altura, semblante muy serio, o como se intimidan con su mirada intensa perdiéndose en la oscuridad de sus ojos cuando los miran fijamente.

Inclusive me ha tocado escuchar más de un suspiro disimulado cuando alguien consigue escucharlo hablar o a penas sonreír.

Y él es o muy modesto o muy ciego, porque nunca se da cuenta o no le da importancia.

No ponerme celosa cada vez que ocurre algo así es una tarea titánica, lo admito. Pero siempre consigue que yo me olvide de eso, y me recuerda que yo soy la persona que más le interesa. ¿Modestia? ¿Quién tiene el tiempo?

Pasión Homicida (ilemma) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora