Capítulo 32

78 7 3
                                    


Al Final Del Revolver

La noche se respiraba helada, y al hallarnos envueltos por ella me llegaba la incertidumbre por hacer lo que planeábamos.

¿A quién engañaba? Yo no era un superhéroe de tiras cómicas, ni tampoco una figura de la justicia o un matón experimentado.

Yo solo era un médico forense, y mis conocimientos no iban a servirme contra un montón de seres vivos armados.

Aunque creo que tampoco me hubieran servido contra un montón de zombis armados.

El Cadillac había sido conducido por la carretera, y justo cuando había empezado a dudar sobre lo que Death estaba haciendo, se había desviado hacia un rudimentario terreno, siguiendo un camino que no había visto hasta que estuvimos sobre él. Pronto, gracias a las luces encendidas del auto, pude ver una edificación más adelante.

Supimos, al momento de divisar los ventanales enormes iluminados, que nos estaban esperando.

-Y comienza la diversión... -murmuro estacionando el auto afuera del largo enrejado de aquella fábrica-. Por el tiempo que ha transcurrido, es posible que ya tenga al menos veinte personas aquí. Vayan con cuidado.

No pude evitar dirigirle mi mirada de escepticismo por excelencia, sintiéndome frustrado porque nos hiciera aquella advertencia justo después de haberlo pensado muy seriamente.

Me sentía como un pequeño niño perdido en el supermercado. No tenía idea de qué hacer.

En otras palabras, estaba jodido.

Abrió la puerta del auto lo más silenciosamente que pudo y bajó, Morgan no tardó en imitarlo. Yo lo hice un par de segundos más tarde, justo después de respirar hondo y aferrarme a la manija con fuerza innecesaria.

Mis compañeros ya se hallaban en las puertas enrejadas, abriéndolas con una facilidad que me comunicó que indiscutiblemente éramos los únicos que faltaban para la gran fiesta.

Los alcancé y entramos al mismo tiempo a los terrenos, llenos de chatarra como pedazos de autos o maquinaria vieja y oxidada.

No habíamos dado ni quince pasos, cuando se escuchó como un arma se cargaba en la oscuridad. Los tres nos detuvimos al mismo tiempo, y no hubo movimiento por tres segundos exactos; luego, Chris y Death alzaron sus pistolas en distintas direcciones, y yo me apresuré a hacer lo mismo notando que mi mano vacilaba al sujetar el arma.

De repente se escuchó un disparo. Como si hubieran activado un botón, Death nos sujetó de nuestras mangas, y tiró de ellas para hacernos agacharnos detrás de un machacado pedazo de Volkswagen.

- ¿Se suponía que nos encontraran tan pronto? –pregunté alterado, viendo como ambos hombres seguían mirando alrededor con sus armas cerca de sus rostros.

-No. Al menos esperaba entrar a la fábrica.

-Eso no importa, ahora –intervino Chris sin notar como yo había reaccionado de golpe-.

Si estos sujetos nos acaban aquí, sólo llegaremos a la fábrica como trofeos.

-No llegué tan lejos como para volverme trofeo de estos aficionados –sonrió Death con tanta seguridad que inclusive me infundo un poco.

Traté de dejar de lucir como el inútil del grupo y comencé a mirar alrededor, escudriñando la negrura y preparado para dispararle a la primera cosa que se moviera entre los múltiples escondites similares al que ocupábamos.

- ¡Hey, Deth! –Gritó una voz a unos treinta metros de donde estábamos, justo del otro lado de nuestro escondite-. ¡Hubieras dicho antes que eras tú, así te recibíamos con más calidez!

Pasión Homicida (ilemma) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora