Sin Muros
No sé si es correcto llamar 'desmayo' al momento en que me desvanecí en la bodega, ya que logré percibir algunas cosas a momentos. Unas voces, sonidos, un par de manos asiéndome, alguien diciendo mi nombre, y luego el trayecto agitado en lo que, a juzgar por la sirena, era una ambulancia.
Todo esto solo fue lejano e intermitente en mi constante oscuridad. Parecía que iba a despertar del todo cada vez que percibía alguno de estos detalles, pero apenas comenzaba a asomarse el dolor junto con la consciencia total, y mi cuerpo parecía volver a apagar el interruptor por mi bien.
En aquellos instantes, no pudo pasarme nada mejor.
Sin embargo, cuando volví a abrir los ojos finalmente, después de lo que pareció una eternidad de penumbras llena de preguntas sueltas en mi cabeza, lo primero que percibí fue tanta luz y blancura que los tuve que cerrar de nuevo para que no me molestara demasiado. Después de apretar los párpados por varios segundos, conseguí abrirlos de nuevo, esta vez logrando una versión borrosa de aquella blancura, que poco a poco se aclaró.
Parecía ser un techo. Un techo blanco y muy pulcro en una habitación demasiado iluminada para mi gusto. Se escuchaba ruido, algo similar a voces que charlaban entre sí no muy lejos de mí. Quise moverme, pero me fue imposible: Sentía mi cuerpo casi como si hubiera pasado por un moledor de carne.
Irritado por el sonido, el dolor y la luz, solo logré articular ásperamente:
ioi
-Alguien cierre las jodidas cortinas...
A mis palabras, instantáneamente le siguieron sobresaltados jadeos.
- ¡Ilenko!
- ¡Oh, por dios...!
-Aparentemente ya escucho que carajo dicen... ¿pueden bajar el volumen también?
Escuché risas, y gente se me aproximó. Hubiera preferido que no lo hicieran y que obedecieran al pedido que había hecho, pero aparentemente, ni siquiera por estar herido, confundido e irritado, iban a cumplirme mi deseo.
Había varias voces alrededor mío y sentí algunas manos dándome palmadas amistosas que me dolieron hasta el alma. Ante tanto movimiento a mí alrededor, yo solo volví a cerrar los ojos y me masajeé las sienes con muchísimo fastidio, soltando un gruñido que les comunicó que necesitaba mi espacio. No me encontraba de humor para nada, en verdad me sentía más jodido que nunca en mi vida.
Pero gracias a mi muestra de incomodidad, mis acompañantes parecieron usar un poco su sentido común y se apartaron lo suficiente como para que pudiera sentir que era el único ocupando esa cama. Me sentía tan cansado que quería volver a dormir una vez más, y sentía que si cerraba los ojos por mucho tiempo inclusive acabaría haciéndolo.
Pero sin duda, las personas ahí presentes no estaban conformes con todo el ruido que hacían, y probablemente no tenían ni la más mínima intención de dejarme descansar como era debido. Así que tuve que darme por vencido y hacer un esfuerzo para volver completamente al mundo de los vivos... por más que me pesara.
Me llevó casi dos minutos poder ubicarme y entender qué ocurría a mi alrededor, además de acostumbrarme a la luz y el sonido. Me hallaba en un cuarto de hospital con el pijama que siempre usaba en casa, así como bastantes vendas, parches, y puntadas en mi cuerpo. Las puntadas sobre mi ceja inclusive las sentí sin buscarlas o verlas.
Cuando fui capaz de entender todas estas cosas, me pregunté cómo luciría mi cara, sumado a tantos ajustes imprevistos en mi persona para que mi cuerpo prácticamente no se desbaratara. Sentí una venda fuertemente apretada alrededor de mi muslo, y otra alrededor de mi torso. Por un momento imaginé que aquellas vendas fueran la única unión entre los pedazos de mi cuerpo, pero tuve que retirar aquella absurda idea tras un par de minutos en los que finalmente volvió casi del todo mi cordura.
ESTÁS LEYENDO
Pasión Homicida (ilemma) Terminada
RomanceEn la morgue, una noche como cualquier otra. Ilenko Romanov solo tiene que encargarse de un cadáver más... lo trajo la policía, nadie lo ha identificado aún. Corre el cierre de la bolsa para luego examinar el cuerpo.... ¿¡Sin embargo el cadaver...