Primer beso

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Mientras Lisa te acompañaba a casa, sólo podías pensar en lo triste que te sentías por lo rápido que había pasado la noche.

Fue sin duda la mejor cita que has tenido, pero te estás dando cuenta de que lo dices con cada cita que tienen Lisa y tú. Es la tercera y cada una parece ser mejor que la anterior.

Te encanta estar cerca de ella. Te gusta cómo te hace sentir. Cómo te mira cuando hablas con ella, cómo escucha realmente cada palabra que dices y lo comprendida que te hace sentir.

Aunque todavía es muy pronto en su relación, ya te sientes mejor y más cómoda que en cualquier otra relación anterior.

Ella te tomó de la mano mientras te acompañaba a la puerta. Pasaba su pulgar por tus nudillos y te miraba con una sonrisa que te derretía el corazón. La última vez que te acompañó a casa, las dos estaban demasiado nerviosas para dar un paso, dejando que la noche terminara con un beso en la mejilla.

Pero esperabas que esta noche fuera diferente.

Ella te acompañó hasta los escalones de tu puerta. Sacaste las llaves y las pusiste en la puerta antes de volver a mirarla.

—Me he divertido mucho esta noche.

Ella asintió con la cabeza, pero cuando captaste sus ojos te diste cuenta de que su mirada se posaba en tus labios. Ella se lamió los suyos suavemente antes de empezar a inclinarse lentamente. Sus labios chocaron con los tuyos, apenas rozándolos, antes de mirarte a los ojos. Ella dudó, pero pronto capturó tus labios en un beso mucho más apasionado, pero suave.

Acariciaste su cara hasta que sentiste que sus dedos se entrelazaban con los tuyos mientras se separaba. Ella seguía anhelando el afecto y la cercanía contigo.

—¿Vendré mañana a la misma hora?

—Me encantaría.

Ella plantó un beso más en tus labios, manteniéndolo corto pero dulce antes de comenzar a alejarse. Tu mano acabó cayendo a tu lado cuando ella estaba demasiado lejos para sostenerla por más tiempo.

La observaste doblar la esquina antes de entrar y apoyarte en la puerta con una sonrisa tonta en la cara.

Ya contabas las horas que faltaban para volver a verla mañana, esperando revivir aquel beso de nuevo.

Lisa Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora