—Gracias por venir y traerle algo de comida. Nos tomamos un descanso para conseguir algo hace un par de horas, pero ella no lo ha hecho y sé que tiene hambre—. Jennie dijo mientras te dejaba entrar a la sala de práctica.
—No hay problema—. Dijiste y miraste al otro lado de la habitación, encontrando a tu novia limpiándose el sudor de la frente mientras continuaba tratando de lograr algunos pasos de baile.
—¡Lisa, tu chica está aquí!—. Jennie sonrió.
Lisa dejó de bailar por un momento, jadeando e intentando recuperar el aliento mientras te miraba.
—¿Por qué?
Esa no fue la respuesta que pensaste que recibirías de tu novia.
—Las chicas dijeron que aún no has comido—. Tu dijiste. —Así que te traje algo de comida.
—Okey—. Dijo antes de darse la vuelta para continuar trabajando en la coreografía.
—¿Lisa?
—¿Qué?—. Preguntó malhumorada y se dio la vuelta de nuevo. —¿No ves que estoy en medio de algo importante? No te necesito aquí ahora. ¡Solo deja la comida y vete!
Oh, no.
No te iban a hablar así.
—¡Lalisa Manobal!
Escucharte decir su nombre completo sorprendió no solo a Lisa sino también a las otras chicas.
Rosé y Jisoo habían estado hablando y revisando sus teléfonos, pero inmediatamente levantaron la cabeza al escucharte decir el nombre completo de Lisa mientras que Jennie se quedó con los ojos muy abiertos.
—No me hables de esa manera. Vine aquí y te traje algo de comida porque te amo y me preocupo y sé que necesitas comer. Estaba siendo amable. Así que no me hables de esa manera.
Lisa estaba atónita.
Por un momento, ella ni siquiera pudo hablar.
Pero cuando te vio cruzar los brazos sobre el pecho y mirarla como si estuvieras esperando que recobrara el sentido y se disculpara, supo que se había equivocado.
—Tienes razón—. Dijo antes de pasar sus dedos por su cabello, apartando algunos mechones que se aferraban a su piel. —No tenía absolutamente ninguna necesidad de hablarte de esa manera y lo siento.
—Bien—. Sonreíste mientras ella caminaba hacia ti.
—Es tan bueno que me hayas traído el almuerzo y lo aprecio mucho—. Dijo antes de besar tu mejilla.
—De nada. Espero que lo disfrutes.
Estabas a punto de dárselo cuando de repente te atrajo a sus brazos.
—¡No, bájate, estás sudada!—. Te reíste, el sonido contagioso hizo que ella hiciera lo mismo.
—Lo siento, dulce niña. Te amo tanto—. Dijo mientras te soltaba y besaba tus labios.
—Yo también te amo. Tengo que irme, pero espero que disfrutes tu almuerzo, mi amor.
—Sabes que lo haré. Te veré en unas pocas horas cuando llegue a casa. Nos abrazaremos, veremos películas y comeremos algo para llevar.
—Se escucha perfecto—. Sonreíste y le diste unos dulces besos antes de despedirte de las chicas y dirigirte a casa.
—Sabes que estás en problemas cuando tu novia te llama por tu nombre completo—. Bromeó Jisoo.
—Me lo merecía—. Confesó Lisa.
—Estoy de acuerdo—. Dijo Rosie, haciendo reír a las chicas mientras Lisa se sentaba en el suelo y comía la comida que le traías, disfrutando cada bocado.
