Tan pronto como terminó el concierto, te dirigiste al backstage y al camerino de las chicas.
La puerta estaba cerrada y levantaste la mano para llamar, solo para que la puerta se abriera y Lisa te saludara con la más grande y brillante sonrisa.
—Oye—. Sonrió ella antes de abrir los brazos para otro abrazo, que le diste felizmente. —Estoy tan feliz de que hayas regresado aquí. ¡Pasa, pasa!—. Dijo mientras tomaba tu mano entre las suyas y te empujaba hacia el interior del vestidor, cerrando la puerta detrás de ambas.
—¿Dónde están las otras chicas?
—Se están duchando. Estoy a punto de hacer lo mismo. Si me voy, solo me iré unos minutos. No te irás... ¿verdad?
—No. Si quieres que me quede aquí, te esperaré.
—Por favor, hazlo—. Dijo en voz baja, sus ojos fijos en los tuyos mientras rozaba tus nudillos con el pulgar.
No podías negarlo; su sola caricia hizo que tu pecho se llenara de mariposas.
—Vuelvo enseguida—. Dijo y agarró un par de sudaderas limpias, una camisa y una sudadera con capucha antes de salir corriendo de la habitación.
Cerró la puerta detrás de ella y te sentaste en el sofá, solo para que la puerta se abriera de nuevo unos segundos después.
—¡Oh, hola, T/n!—. Jennie sonrió y la mención de tu nombre hizo que Rosie y Jisoo también te miraran.
—Oye.
—¡Fue tan agradable verte esta noche! Gracias por alegrarnos la noche al estar en el escenario con nosotras. Creo que hiciste a todos muy felices esta noche.
—Especialmente Lisa—. Le susurró Rosie a Jisoo y ambas se rieron.
—Estás esperando a Lisa, ¿verdad?—. Preguntó Jisoo.
—Sí, ella quería que me quedara y la esperara mientras tomaba una ducha rápida.
—Oh, eso es genial. Oye, deberíamos irnos. Estamos muy cansadas, así que vamos al autobús—. Rosie dijo mientras asentía hacia la puerta, mordiéndose el labio mientras luchaba contra la sonrisa gigante tirando de sus labios.
Hizo que Jisoo y Jennie la siguieran, queriendo darles a ti y a Lisa algo de privacidad una vez que regresara.
—Ojalá nos veamos mañana. Tú y Lisa diviértanse ahora—. Jennie sonrió y te envió un pequeño guiño, sabiendo en su corazón que esta noche terminaría cuando ambas finalmente confesaran su amor mutuo.
Eres tan mala ocultándo eso que todas las chicas pueden verlo. Se burlan, pero todo es muy divertido. Todos te están apoyando, sabiendo que has hecho a Lisa más feliz de lo que han visto en mucho tiempo.
Es sólo cuestión de tiempo hasta que se junten; es lo que ellas siempre han sabido.
La puerta estaba cerrada y sacaste tu teléfono, solo para guardarlo cuando la puerta se abrió de nuevo.
Tu corazón dio un vuelco cuando viste a Lisa. Se veía tan linda en su sudadera y su cabello corto húmedo.
Sintió que la mirabas fijamente y tan pronto como se miraron a los ojos, los suyos se llenaron de estrellas.
Se aclaró la garganta antes de dirigirse hacia ti.
—¿Cómo has estado últimamente? ¿Algo nuevo?—. Preguntó mientras trataba de entablar una pequeña charla contigo mientras trataba de pensar en cómo decirte lo que está desesperada por decirte.
—No mucho en este momento. He estado escribiendo más música.
—Estoy segura de que será genial. ¿De qué se trata?
