-Atención algo se aproxima- Dijo Thorin alertado a todo el mundo.
-¡Bilbo!- Gritó Kili al distraído hobbit que desenvainaba su espada con curiosidad.
Todos estaban en guardia esperando orcos, wargos o cualquier otra asquerosa criatura pero en su lugar apareció un pequeño mago despotricando:
-¡Muerte!-
-Radagast- Dijo alegre Gandalf y enseguida se puso a conversar con él.
Mientras tanto Fili observaba con expresión de horror y confusión al nuevo mago, a la vez que alzaba una ceja, nadie dijo nada. Parecía que era el único que se había dando cuenta, decidió acercarse a su hermano y comentárselo:
-Kilo, te has dado cuenta de que...- Dijo él en un susurro hasta que su hermano lo interrumpió.
-Si...- Le respondió el menor también susurrante y con el ceño fruncido, interesado observando al mago.
Entonces Fili respiró aliviado al saber que no había perdido la cordura.
-¡Ese mago lleba un sombrero fantastico!- Dijo Kili con entusiasmo. Fili miró a su hermano, su cara era un poema.
-¿Es que soy el único que se ha dado cuenta de que ese hombre tiene "necesidades" de pajaro en la cabeza? ¡Literalmente!-Dijo él alarmado intentando no ser vulgar.
-A eso- Le respondió su hermano sin darle importancia-No me había fijado-
El enano rubio miraba a su hermano sonriente sin creerse que llevara su misma sangre.
-¿Pero como...?- Terminó negando con la cabeza y apartándose de su hermano.
-Como ¿qué?-Preguntó el moreno siguiendo a su hermano.
-Déjalo Kili, déjalo- Le respondó aun negando con la cabeza, mientras se alejaba del grupo pudo oir a su hermano preguntarle a su tio:
-Tio , ¿ donde podría conseguir un sombrero tan fantastico como ese?-
Thorin simplemente suspiró y se alejó de su sobrino desesperado.
-¿Pero que os pasa hoy?- Preguntó el más joven en voz alta.