-¡Fili!-
-¡Y Kili!-
-A vuestro servicio- Dijeron a la vez que se inclinavan con sincronización.
- Usted debe ser el señor Blusón-
-No os habeis equivocado- Dijo el hobbit cerrando la puerta pero entonces el enano rubio la aguantó con la mano y el moreno puso el pie (la técnica del pie, nunca falla).
-¿Qué? ¿Se ha suspendido?- Preguntó tristemente el más joven.
-No nos han avisado- Dijo su hermano extrañado.
-No se ha suspendido nada- Respondió mosqueado el hobbit.
-Menos mal- Exclamó Kili con una sonrisa la mar de contento y con ayuda de su hermano abrieron aún más la puerta y entraron a la casa del hobbit como si fuera la suya. Por el camino se encontraron a Dwalin y Balin a quienes ayudaron a poner las mesas ya que si no, no cabrían todos.
Pasado un rato con todos los enanos (excepto uno) en casa de Bilbo se pusieron a poner la mesa. Fili y Kili decidieron hacerse cargo de la cerveza. Estaban concentrados en el barril intentando liberarlo del agarre para llevarlo a la mesa.
-¿ Como se quita esto ?- Preguntó Fili mirando por todos los sitios.
-No sé, no sé como funciona- Gritó Kili mosqueado dando una palmada al barril.
-Oh cerveza, cuentame tus secretos- Le dijo el rubio al barril con voz de poeta y una mano en el corazón.
- Muchachos ¿que pasa con la cerveza?- Les llamó Dwalin impaciente.
-No logramos separla del agarre- Gritó Kili.
-Tirad-Le chilló con más impaciencia aun.
El joven enano asintió levantando las cejas:
-También tiene razón-
-Adiós a la poesia- Le secundó su hermano empezando a tirar.
Finalmente lograron hacerse con el barril, con dos sonrisas satisfechas y con cada uno sugetando de un extremo ambos enanos se dirigieron a la mesa con el botín.
Después de haver cenado, empezaron a recoger la mesa con bailes y cabriolas a la vez que cantaban y tocaban sus instrumentos. Kili vió a Bilbo golpeándose la cabeza contra el marco de la puerta de madera con aire cansado:
-¡Así es maestro Blusón, siga el ritmo!- Le dijo alegremente dándole unas palmaditas en la espalda, el hobbit solo esperó que todos los enanos no fuera igual de...agudos que ese.
Una vez todo limpio y listo se oyó un fuerte golpe en la puerta:
-Aquí esta-Dijo Gandalf con aire místico.
-Ya esta aquí el sosainas- Le susurró Fili a Kili quíen rió entre dientes y le secundó:
-Sosainas Escudo De Roble-Dijo poniendo voz más grave y inflando su pecho intentando parecerse a su tio.
-¿Kili que decías?- Preguntó una voz realmente profunda desde detrás de él, entonces el joven enano palideció al ver a su tio con los brazos cruzados delante de él.
-Empezó Fili- Le dijo rápidamente señalando a su heemano con el dedo acusador.
Cuando el rubio se dispuso a hablar su tio habló antes:
-Me he dejado la bolsa fuera, id a por ella- Les ordenó con sire cansado.
Sin nada más que añadir los dos se fueron a por ella y una vez fuera buscaron una bolsa que no estaba, cuando empezaron a protestar oyeron como la puerta se cerraba.
-Dejadles un rato ahí- Dijo su tio mientras se desabrochaba la capa y Balin y Dwalin reían entre dientes mientras oían a los enanos llamar y protestar:
-Tio Thorin, se ha cerrado la puerta-Dijo Fili.
-¡Tio abre, aqui fuera hay grillos!- Gritó Kili aporreando la puerta con desesperación.
-¿Oís algo?- Preguntó Thorin a los demás y todos negaron con la cabeza- Bien, yo tampoco-