Desde Mi Cielo

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Este es un capitulo algo agridulce.
Tal vez os resulte familiar el título de este capítulo, es de uno de mis libros favoritos de la escritora Alice Sebold, os lo recomiedo!
En fin, dejo ya de molestaros y espero que os guste el capítulo, es algo diferente.
Pd: Perdón por haver tardado tanto en actualizar *~*.

-Mama, mira lo que tu nieto ha encontrado en el ático buscando el difraz para el colegio-

Tu hija se acercó a tí seguida de su hijo. Él se balanceó sobre las puntas de sus pies y dejó caer sobre la mesa un libro rojizo algo oscurecido y gastado por el tiempo.
Al principio no recordabas de que libro se trataba y lo miraste intentando recordar, hasta que como por arte de mágia, al posar los dedos en la portada recordaste lo que guardaban sus páginas. Antes de abrirlo lo acariciaste un poco más con media sonrisa.

-Vamos abuela, ábrelo ya- Te suplicaba tu nieto con impaciencia, y lo abriste rápidamente.

La primera imagen mostraba a una ''tu'' de unos 13 años con una tonta sonrisa en la cara, vestida como Bilbo Bolsón un personage de uno de tus libros favoritos y peliculas de tu juventud. Te reíste internamete al ver como cada detalle estaba plasmado en el disfraz ''¿pero como podía ser tan friki?'' pensaste, aunque intantaneamente te respondiste '' sigues siéndolo''.

-Esta no eres tú- Se quejó tu nieto señalándo la foto.

-Sí, soy yo, pero de joven, hace muchos años-

Él no parecía muy convencido, pero no podías culparle, en aquella época no tenías que tintarte el pelo ni tampoco necesitabas gafas para leer.

Con impaciencia, pasaste la página amarillenta y con cariño recordaste aquella tarde en la que decidíste dibujar la puerta de Bolsón Cerrado. Fue un trabajo de plástica para el instituto, no es de extrañar que fuera de tu temática preferida; recordaste como te frotaste las manos al oír al profesor que era un tema libre.

Pasaste la siguiente hoja y allí estabas tu sentada en una mesa con el resto de tus amigas, en el cumpleaños de una de ellas una noche de verano, lo recordabas como si fuera ayer. Aquella noche volaron los fuegos artificiales, pero ninguno de ellos fue lanzado por cierto mago conocido por sus famosos fuegos artificiales. El mismo mago que durante años te hizo creer que llegaria a tu puerta y te pediria que participaras en una aventura.

Nunca sucedió.

Durante el resto del libro hay varios acontecimientos pero no entran en profundidad en tu vida.

Depués de compartir unos cuantos recuerdos y una cuantas historietas con tu nieto, te despediste de él y su madre y te sentaste en tu sillón a reflexionar sobre el tema de las fotos - La Tierra Media.

Solias imaginar que intervenías en la historia pero ¿por qué nunca apareciste realmente en El Señor De Los Anillos ni en El Hobbit? No obstante, tu habías creado nuevas historias y había recorrido otras aventuras aquí, con un final satisfactorio.

Pero ya era muy tarde y era hora de descansar. Tus ojos se cerraban y sentías como todo el peso de cansancio caía sobre tus hombros, te dormiste mirando como la vela de encima de la mesa se consumía lentamente junto con tu largo suspiro, la pequeña llama fue disminuyendo hasta apagarse, dejando tan solo un delgado hilo de humo ascendiente.

Cuando abriste los ojos de nuevo, la luz era radiante. La escena te estaba dejando desorientada.
Estabas en la parte inferior de una colina, en un prado de flores de color morado.

¿Esto era el cielo?

Te preparas para el dolor que te espera al levantarte, pero para tu sorpresa, tus rodillas no protestan y tu espalda no cruje, en su lugar había una agradable sensación de energía y euforia. Saludas a un viejo amigo al que no habías visto hacia más de 50 años. Mirándote como puedes, has encontrado a una versión joven de ti, de como mucho 16 años, cabello brillante y vista perfecta. Nerviosa, pero sonriente, empiezas a subir la colina y siente el olor a hierba fresca y como el viento acarícia tu cabello.

En lo alto del todo había un regalo para la vista.

Era la Comarca, igual de animada y acogedora de lo que imaginabas.

Antes de poder empezar a correr colina abajo una voz barítono suena a tu lado:

-Te hemos estado esperando durante mucho tiempo- Dijo el mismo Rey Bajo La Montaña.

-¿Por qué has tardado tanto?- Fili y Kili te sonrieron de todo corazón.

A través de todo el entusiamo e histerísmo que recorría, lo entendiste todo.

Esto no era el cielo, era Mi Cielo, por fin estaba en casa.



Quisiera aclarar que personalmente me ha encantado escribir este capítulo y no sé si es por la imperiosa (o puede que obsesiva XD) necesidad que tengo de llegar a la Tierra Media o porqué ayer solo dormí 3 horas, he de decir que nunca dejeís de esperar a Gandalf, no perdaís la esperanza; yo no lo voy a hacer, y si La Tierra Media es Mi Cielo, allí nos veremos ;) :3

Sueña con ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora